En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 16 de septiembre el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, en conmemoración de la fecha de la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal.
José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored, consultor de la Organización Meteorológica Mundial y divulgador de las ciencias atmosféricas nos habla de lo que significa un acuerdo global de estas características, que trabaja por el bien común y es la única forma de resolver las grandes crisis mundiales.
La capa de ozono es una franja frágil de gas que protege la Tierra de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta del sol, por lo que la vida en el planeta no sería posible sin esta especie de escudo estratosférico protector. José Miguel Viñas nos explica cómo se forma el ozono de manera natural y cómo su destrucción derivó en el agujero de ozono de la Antártida que empezó a estudiarse a finales de los años setenta.
Proteger la capa de ozono, clave para la vida en el planeta
En 1987 se firmó el Protocolo de Montreal por el que gobiernos, científicos y la industria se comprometieron a trabajar juntos para eliminar el uso de los CFCs (compuestos clorofluorocarbonados) principales destructores de la capa de ozono. Gracias a este acuerdo, la capa de ozono se está recuperando y se espera que vuelva a los valores anteriores de 1980 para mediados de siglo. “Supuso todo un hito en la conservación de la naturaleza y ojalá con el cambio climático consigamos algo parecido”, nos dice Viñas.
En el Ártico también se han detectado mini agujeros de ozono, pero ha sorprendido especialmente el que se abrió la primavera pasada. José Miguel Viñas nos enseña las razones por las que se produjo este evento como consecuencia de una circulación atmosférica muy anómala. Este experto, además nos habla de las diferencias entre el llamado ozono bueno y ozono malo, es decir el estratosférico y el troposférico, y de la relación del ozono con el cambio climático “mucho más compleja de lo que pudiera parecer a simple vista”, indica. Por último, también se refiere a la utilización de ozono como agente desinfectante, que se ha planteado durante la pandemia.