Historias del cambio

Reforzar las alianzas mundiales para avanzar en el desarrollo sostenible

Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados en la Agenda 2030 requiere del esfuerzo y colaboración de todos. En esta Historia del Cambio abordamos el último ODS, el 17, que hace referencia a la necesidad de mejorar el acceso a la tecnología, impulsar la capacidad técnica y el intercambio de conocimientos.

Con la vista puesta en la agenda 2030, los Estados Miembros de Naciones Unidas aprobaron una serie de objetivos sostenibles. El ODS 17 dice: “Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible”.

A lo largo de la historia, las Naciones Unidas han reconocido la importancia de establecer alianzas entre países para dar respuesta a los desafíos mundiales. Una de las más destacadas se alcanzaba en 1992 durante la Cumbre de la Tierra. Por primera vez, el medio ambiente se situaba en el centro de la agenda mundial y los estados miembros de la ONU se comprometían a cumplir 27 principios claves para luchar contra el cambio climático. Entre ellos situaban “el objetivo de establecer una alianza mundial nueva y equitativa mediante la creación de nuevos niveles de cooperación entre los estados, los sectores claves de las sociedades y las personas”.

Más adelante, en 2015, se celebró en Nueva York la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible, en donde se fijaron las metas para poner fin a la pobreza, a la desigualdad y avanzar hacia un futuro más verde, equitativo y justo. La fecha fijada para alcanzarlas sería 2030 y, una vez más, los estados firmantes destacaban como objetivo número 17 la necesidad de cooperación entre gobiernos, sector privado, sociedad civil, científicos y mundo académico para cumplir estos compromisos.

La innovación y la tecnología al servicio de la sociedad

Hoy el mundo está más interconectado que nunca. El 30% de los jóvenes son nativos digitales. Y, sin embargo, más de cuatro mil millones de personas aún no usan internet, el 90% de ellos porque se encuentran en países en desarrollo, según datos de la Organización de las Naciones Unidas. Pero todo hace indicar que para lograr una sociedad más próspera y sostenible necesitamos de la tecnología, y también de las alianzas y cooperación que garanticen que nadie se quede atrás.

Por este motivo, y para conseguir este cometido, los países desarrollados deben movilizar los recursos necesarios para encontrar soluciones innovadoras que transformen los modelos de producción y de gestión actuales en otros más eficientes y respetuosos con los ecosistemas.  En línea con el ODS 17, desde la Comisión Europea se impulsan programas e iniciativas para mejorar la cooperación regional e internacional en materia de ciencia y tecnología, así como para propiciar el intercambio de ideas y conocimientos para dar respuesta a los retos futuros en materia climática, sanitaria, económica y social.

Un ejemplo es la iniciativa Horizonte Europa, uno de los mayores programas transnacionales de apoyo a la investigación y la innovación. Consta de tres pilares básicos: reforzar la excelencia científica de la UE, impulsar tecnologías y soluciones en línea con los ODS y estimular la innovación europea.

B-Water Smart es un ejemplo de modelo de colaboración público – privada centrada en el sector del agua

Entre los proyectos de este programa marco se encuentra Building a water-smart society and economy, conocido como B-Water Smart y centrado en promover una gestión inteligente del agua en seis regiones de la costa europea, entre las que se encuentra Alicante. Porque España, y en especial el levante mediterráneo, es una de las regiones más vulnerables al cambio climático, en donde las sequías son cada vez más recurrentes y las reservas hídricas se encuentran bajo mínimos.

B-Water Smart es un ejemplo de modelo de colaboración público – privada en el que instituciones públicas, empresas, centros tecnológicos y otras organizaciones trabajan conjuntamente. Entre los socios españoles que participan se encuentran CETAQUA, como centro tecnológico; la Cátedra Aquae de Economía del Agua, como principal apoyo en la definición del modelo de negocio para la economía circular; y Aguas de Alicante, como socia y operadora del ciclo integral del agua en la ciudad. Y, a nivel internacional, entre otros, el IWW Water Centre, que lidera este proyecto europeo como uno de los principales institutos de investigación en agua de Europa.

B Water Smart ejemplo de alianzas

Gracias a este proyecto, y junto a España, países como Noruega, Portugal, Alemania, Italia y Bélgica, forman parte de esta red colaborativa para promover el desarrollo de metodologías, herramientas y procesos que eficienten la gestión y reutilización del agua, así como la creación de nuevos modelos de negocio más inteligentes y sostenibles.

Más alianzas, mayor desarrollo

En la búsqueda de los fondos necesarios para acometer la modernización del tejido productivo, la Comisión Europea ha lanzado el programa comunitario Next Generation. Unos fondos destinados a impulsar una recuperación económica, social y ambiental tras la pandemia de la Covid-19. Un plan que, además, apuesta por un modelo en el que las alianzas y colaboración público – privada juega un papel fundamental para impulsar el desarrollo de una Europa más digital, verde y resiliente.

Más de la mitad de estos fondos están destinados a apoyar la digitalización de todos los sectores de la sociedad europea. Este plan de recuperación es una oportunidad de transformar nuestras economías y sociedades, y diseñar una Europa para todos. Y es que entre sus objetivos se encuentra el convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro de aquí a 2050.

El compromiso de los países miembros de la UE y las alianzas entre estos sienta las bases de un modelo de sociedad basada en la transición ecológica, la transformación digital, la igualdad y la cohesión territorial y social. Solo de esta forma podremos indagar y explorar en nuevas oportunidades con las que avanzar hacia un futuro resiliente, competitivo y, sobre todo, sostenible.