Una nueva especie de ballena negra descubierta en Japón
De la leyenda a la realidad
Durante años los balleneros japoneses habían descrito un tipo extraña de ballena picuda avistada en las aguas del Pacífico Norte. Desde entonces, era apodada de manera popular como “Kurotsuchikujira”, pero los investigadores y científicos no habían logrado dar con ella.
Pero ahora, mediante una colaboración científico entre el Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia, la Universidad de Hokkaido, la Universidad de Iwate y el Museo Nacional de Historia Natural de los Estados Unidos, se han llevado a cabo una serie de análisis de especímenes fallecidos para descubrir que la existencia de “Kurotsuchikujira”, es real. Así, este cetáceo de color negro y de pequeño tamaño recibe el nombre de Berardius minimus.
Las ballenas de pico son complicadas de ver y, por tanto, de estudiar para los científicos. Esto se debe a que poseen una capacidad de inmersión, de buceo, de cerca de tres mil metros de profundidad y no salen a la superficie de manera frecuente. Berardius minimus supone la segunda ballena de esta especie localizada en el Pacífico Norte. La anterior identificada es la ballena picuda de Baird de color gris pizarra, la Berardius bairdii.
Una especie difícil de ver
Para identificar esta nueva especie, se analizaron cuatro ballenas fallecida, tres en Japón y otra en Unalaska, en Alaska, y que data de 1943, y que se encuentra en el Museo Nacional de Historia Natural de EE. UU. Las cuatro ballenas presentaban diferencias con respecto a otras especies en cuanto a su forma de cuerpo, esqueleto y genética.
Tadasu K. Yamada, líder de la investigación, explicó que «con solo observarlos, se podía decir que presentaban un tamaño corporal mucho más pequeño, un cuerpo más en forma de huso, con un pico más corto y un color más oscuro si se comparaba con las especies Berardius conocidas”.
El color negro de la Berardius minimus se debe, en comparación con la otra especie conocida en esas aguas, al tejido cicatricial. También difieren en el tamaño: mientras la Berardius bairdii puede alcanzar los diez metros, la Berardius minimus supera por muy poco los seis. Del mismo modo, su pico parece más corto. Pero, como indica otro investigador del equipo, Takashi F. Matsuishi, todavía deben averiguar mucho sobre esta nueva especie, dado que todavía no saben “cómo son las hembras adultas”.