La berrea del ciervo puede empezar antes si llueve
En las zonas bajas del Sur de la Península Ibérica puede comenzar a finales de agosto y principios de septiembre, aunque según la altitud y la latitud puede retrasarse mucho.
Las lluvias de septiembre suelen adelantar el celo que se nota en los machos no solo por los bramidos sino por la actitud pendenciera y porque llevan manchas de barro, al pelarse con frecuencia tratando de volcarse unos a otros en los bañiles y revolcaderos.
A veces, se quedan enredados por las cuernas, y mueren sin desligarse.
Esta entrada pertenece al diccionario de la naturaleza de Mónica Aceytuno, patrocinado por Fundación Aquae. Si quieres participar, lee aquí cómo hacerlo.
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