Oslo: modelo de innovación verde y sostenible
Las ciudades ocupan tan solo el 3% de la superficie terrestre, pero son las responsables de cerca del 75% de emisiones de gases de efecto invernadero, según la ONU. Lo cual equivale a decir que es en ellas donde se libra la lucha contra el cambio climático. De ahí la necesidad de destacar, también, a aquellas que llevan a cabo políticas y soluciones sostenibles e innovadoras a la hora de desarrollar espacios urbanos resilientes. Oslo ha sido declarada «Capital Verde Europea 2019».
Y si Oslo ha sido elegida “Capital Verde Europea 2019” se debe a que es un ejemplo de que las soluciones ecológicas y sostenibles que se adaptan a entornos urbanos habitables. Su tamaño es suficientemente pequeño como para probar nuevas soluciones. Pero también lo suficientemente grande como para que las soluciones se amplíen a urbes de dimensiones mayores. Ciudades que puedan, o quieran, adoptar su modelo.
Oslo: Una ciudad y unas construcciones más ecológicas
Sobre Oslo, Karmenu Vella, Comisario Europeo de Asuntos Marítimos y Pesca, ha declarado que; “la ciudad se enfoca en mejorar el transporte público, promover vehículos eléctricos, mejorar la circulación de los ciclistas y, entre otras muchas cosas, ha mejorado la gestión de residuos. Las acciones de Oslo no solo beneficiarán a Oslo, sino que tendrán un efecto global». Porque la capital de Noruega lleva años trabajando en la reestructuración de su urbe. Siempre con el objetivo de alcanzar un modelo ciudad ecológica, sostenible, innovadora y con una alta actividad cultural. Para conseguirlo ha creado un ambicioso plan de transformación que proporcione calidad de vida a sus ciudadanos. Lo harán a través de la creación de espacios verdes, áreas para ocio y más oportunidades laborales. Además, potenciarán el transporte verde para moverse por la ciudad.
A inicios de 2017 se decidió que los nuevos edificios que se construirían a partir de entonces serían eficientes en lo energético y verde. Producirían más energía de la que utilizan y estarían hechos con materiales sostenibles y ecológicos. También estarían conectados a la red e intercambiando energía mediante un sistema común. A su vez, la maquinaria utilizada creará cero emisiones o funcionarán con biocombustibles sostenibles. Algunos ejemplos de construcciones, en las que, además, ciudadanos y empresas se han involucrado activamente, son; “Greenhouse” (espacio coworking), que funciona lo urbano y lo rural, “Nabolagshager”, centro dedicado a la agricultura, o el proyecto “Sun Mobility”, con el cual fomenta el transporte urbano con energía solar por toda la ciudad.
Por la neutralidad total en emisiones en Oslo
Oslo se ha fijado un ambicioso proyecto de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para logar la neutralidad total en un proceso fijado de esta manera:
Reducción del 50% en 2020 => del 95% en 2030 => ser neutral en emisiones en 2050
En Oslo son conscientes de que el 61% de las emisiones de gases de efecto invernadero son generadas por el transporte, de ahí que se hayan propuesto la introducción a gran escala de vehículos eléctricas, aumentando los vehículos eléctricos e híbridos a un 58% en el 2018. El aumento de la demanda en el uso de este tipo de vehículos impone una serie de retos. Por ejemplo, aumentar la red de puntos de carga o gestionar el crecimiento de demanda energética. Además, se han propuesto el uso de biogás y biodiesel como requisitos importantes para reducir las emisiones del sector del transporte.
La ciudad de Oslo también gestionará la electrificación de ferris locales. Además, permitirá a los barcos de mayor tamaño utilizar el suministro de energía en tierra. Además, reducirán el volumen de transporte de mercancías por carretera, transfiriéndolo al ferrocarril y al mar.
Un caso aparte merece el aeropuerto de Oslo. Este ha alcanzado el certificado “Breeam Excelent” por ser uno de los más respetuosos con el medio ambiente del mundo. Su ampliación se ha llevado a cabo con materiales ecológicos. Recoge y almacena la nieva en un depósito que se utiliza para enfriar el edificio en verano. El diseño de su nueva terminal ha sido pensado para aprovechar la luz solar. Cuenta con tecnologías bajas en carbono en calefacción y energía térmica natural. Otra solución sostenible más.