El extraño fenómeno de la lluvia roja y otras lluvias curiosas
La lluvia roja, desde finales del siglo XIX
La lluvia roja es un fenómeno que se produce cuando la lluvia cae teñida de un color rojo escarlata. En ocasiones, se confunde con la llamada lluvia de sangre, si bien, son dos anomalías naturales que se producen por causas totalmente diferentes. Al igual que sucede con fenómenos como la “creación” de lluvia por los árboles o la “siembra de nubes”, también hay lluvias que parecen no ser reales, pero lo son.
El caso más famoso de lluvia roja aconteció en el año 2001 en la ciudad de Kerala, al sur de la India. No obstante, desde finales del siglo XIX se tiene constancia de haberse producido lluvias de colores. Durante dos meses, una lluvia roja cayó sobre Kerala, lo cual llevó a un grupo de científicos a investigar a qué se debía esa coloración.
Tras coger muestras y analizarlas, los investigadores descubrieron que en el agua no había ni arena ni polvo, pero sí unas células rojas similares a determinados microbios, pero sin presentar rastro de ADN. Debido a la falta de información, surgieron todo tipo de teorías al respecto, desde la posibilidad de que fuesen células extraterrestres hasta la de que un cometa se hubiese desintegrado en la atmósfera exterior y sus restos se hubiesen unido a las nubes produciendo esta lluvia roja. También que fuese producto de la arena del desierto arábigo.
Las esporas de las algas producen la coloración
En el año 2006 se volvió a producir una lluvia de este tipo y los investigadores pudieron profundizar más. En 2010, la ciencia dio con la explicación que parece más lógica.
Así, la lluvia roja que cayó sobre Kerala pudo deberse a la expulsión terrestre de algas u hongos en forma de esporas o células. Con, el tiempo estas algas se habrían acumulado en la estratosfera hasta precipitarse en forma de gotas de lluvia. En concreto se trataría de esporas de Trentepohlia, un tipo de alga verde cianótica formadora de líquenes.
En el año 2014, en una localidad de Zamora, se dio un fenómeno de lluvia roja similar al de Kerala, pero en esta ocasión fue debido a la H. pluvialis, un alga verde de agua dulce y unicelular que en condiciones de estrés puede producir un pigmento que aporta esa coloración rojiza.
Sin embargo, ese tipo de alga no se encontró en la zona y se concluyó que su presencia en esas precipitaciones se debía a los vientos del Atlántico Norte: la H. pluvialis tan solo se conocía en zonas de Norteamérica, desde donde llegó a las nubes sobre Zamora.
Lluvia de sangre, un fenómeno diferente a la lluvia roja
En ocasiones se confunde lluvia roja y lluvia de sangre, si bien son dos fenómenos diferentes. Desde la Antigüedad se han mencionado en textos, como en Homero o Cicerón, y desde entonces han sido atribuidas al poder divino como malos presagios.
Pero gracias a la ciencia se sabe que estas lluvias, que suceden ante todo en Europa, se deben a las áreas desérticas de África. Las tormentas de arenas son muy habituales en los desiertos, principalmente en el Sahara, cuyo polvo se desplaza por el viento a las capas de la troposfera y se une a las nubes. En estas lluvias el cielo se vuelve opaco y la calidad el aire disminuye. La unión del polvo con gotas de agua crea un color rojizo o anaranjado.
Otras lluvias extrañas
Además de la lluvia roja y la lluvia de sangre, en ocasiones se produce una ‘lluvia’ de animales, como ranas y arañas, pero también peces o pájaros. La explicación en estos casos se relaciona con fenómenos meteorológicos con fuertes vientos, como huracanes y tornados, que aspiran todo aquello que encuentran por su paso, incluida la fauna.
Cuando la fuerza de ese viento disminuye, aquello que ha transportado cae en masa y en un punto en concreto. Si un tornado, por ejemplo, pasa por unas charcas, no sola las seca, sino que también se lleva consigo todo lo que había en ella, como ranas o peces. Y, cuando cesa su actividad, caen en forma de lluvia. De forma similar sucede con otros animales como las arañas, en zonas de Brasil y Australia.