El Mediterráneo golpeado por la crisis climática
En la región del Mediterráneo, la temperatura ha aumentado con mayor rapidez que en el resto del planeta. Una situación que pone en riesgo a 500 millones de personas debido a las sequías, la escasez de agua dulce y el aumento del nivel de mar producto del calentamiento global.
Son algunas de las conclusiones del estudio Riesgos asociados al cambio climático y los cambios medioambientales en la región mediterránea. Un informe elaborado por la red Mediterranean Experts on Climate and Environmental Change (MedECC). Este ofrece un amplio mapa de los efectos del cambio climático en el Mediterráneo.
La crisis climática llega al Mediterráneo
La crisis climática es un problema global que afecta a todas las regiones del planeta. Pero la cuenca del Mediterráneo es uno de los puntos más afectados y que de forma más dura está recibiendo el impacto del cambio climático. Según el amplio informe presentado en la UPM, organización internacional en la que están representados todos los países de los tres continentes regados por el Mediterráneo, la temperatura en el Mediterráneo se encuentra ya a 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales, una cifra que sitúa la región un 20% por encima del resto del planeta.
Las previsiones son todavía peores, dado que para el año 2040 se estima que el aumento de la temperatura se situará en 2,2ºC y, para el 2100, en 3,8ºC. En cuestión de veinte años, además, 250 millones de personas estarán en riesgo de sufrir pobreza y estrés hídrico debido a las sequías.
A esto se debe añadir un descenso de entre el 10% y el 30% de las precipitaciones durante la temporada estival, convirtiendo el clima de la región en mucho más extremo y potenciando sequías, olas de calor y más incendios.
Subida del nivel del mar y temperaturas
Por otro lado, el informe destaca la subida del nivel del mar Mediterráneo como uno de los problemas más relevantes para la zona. Para el 2100 se estima que la subida pueda superar el metro, situación que afectará considerablemente a aquellas poblaciones que viven en las costas; esto provocaría daños a los cultivos y las ciudades y, podría ocasionar desplazamientos humanos en busca de otras zonas.
Las temperaturas de agua también aumentarán: la superficial ha ascendido cerca de 0,4ºC por década y las proyecciones para el año 2100 oscilan entre más del 1,8ºC y del 3,5ºC como promedio.
Calidad del aire y calor
Las sequías y las olas de calor son otro punto que arroja datos alarmantes para la cuenca mediterránea. Para las siguientes décadas se prevé una disminución del acceso a agua dulce de un 15% con respecto a los registros actuales, debido a las sequías y a la subida de las temperaturas. Para el año 2040, cerca de 250 millones de personas podrían enfrentarse a pobreza hídrica, lo que conllevaría desplazamientos y migraciones en busca de agua.
El deterioro de la calidad del aire, de los suelos y del agua debido a la contaminación son otros elementos que destaca el informe. Las enfermedades cardiovasculares podrían aumentar con el paso de los años. Y esto también afectaría a la producción de alimentos, cada vez de menor calidad y, por tanto, ofreciendo una nutrición más deficiente.
Por último, el informe, elaborado por más de 80 científicos, apunta hacia una pérdida de los ecosistemas animales. En el mar, el aumento de la temperatura y la acidificación de las aguas produce ya un gran impacto en los ecosistemas. Esto solo irá en aumento en las siguientes décadas. Fuera del agua, los incendios serán cada vez más grandes, lo cual conducirá a una pérdida de ecosistemas terrestres. Posteriormente, conducirá a la desertización de muchas zonas de la cuenca mediterránea.