El calentamiento de los océanos afecta a la pesca
Un equipo de expertos y científicos de Rutgers-New Brunswick y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estudiaron el impacto del calentamiento del océano en 235 poblaciones de 124 especies en 38 regiones ecológicas de todo el mundo. Las especies incluían peces, crustáceos como camarones y moluscos como vieiras de mar, publicando el estudio en la revista Science. En él, han puesto de relieve los graves impactos del calentamiento global en la productividad pesquera a nivel mundial. Concretando en las costas ibéricas, el informe arroja el cálculo de que el cambio climático ha recudido ya alrededor del 15% de los recursos pesqueros. Según estos científicos, las mayores pérdidas se produjeron en las regiones del Mar de Japón, el Mar del Norte, la Costa Ibérica, la Corriente de Kuroshio y la Plataforma Celtica-Vizcaya.
El aumento de la temperatura del agua marina y la alteración de su ecosistema, así como el aumento de la acidez del agua, son algunos factores provocados por el cambio climático que han producido tal situación. A esto se debe añadir otros, como la sobrepesca. Causas que están provocando en mares y en océanos grandes daños de muy complicada reversión.
El informe plantea, a nivel global, que el calentamiento de los océanos ha producido, en un período que va de 1930 a 2010, una reducción de la pesca sostenible al 4.1%. En cinco regiones, incluyendo el Mar del Norte y el Mar de China Orienta, la disminución estimada es de un 15%. Malin Pinsky, coautor del estudio y profesor asociado en el Departamento de Ecología, Evolución y Recursos Naturales de Rutgers, ha declarado que “nos sorprendió descubrir que las pesquerías en todo el mundo ya han respondido al calentamiento del océano. Estos no son cambios hipotéticos en el futuro«.
Por su parte, Chris Free, quien también dirigió la investigación, ahora científico posdoctoral en la Universidad de California, expresaba que recomendaban que “los administradores de pesquerías eliminen la sobrepesca, reconstruyan las pesquerías y tengan en cuenta el cambio climático en las decisiones de gestión de pesquerías. Los formuladores de políticas pueden prepararse para las disparidades regionales en las capturas de peces estableciendo acuerdos comerciales y asociaciones para compartir los productos del mar entre las regiones ganadoras y perdedoras«.
El estudio, por otro lado, ha arrojado una gran paradoja. Si bien el calentamiento de los océanos ha producido efectos muy negativos para numerosas especies, también se encuentran algunas que se han beneficiado de ello. Sin embargo, muchas de ellas, según sigan aumentando las temperaturas, también comenzarán a disminuir, siendo ese efecto, en apariencia positivo, en verdad, un producto puntual de cambio que a la larga sufrirá las mismas consecuencias que aquellas especies marinas que ya las están experimentando.
La reconstrucción de estas poblaciones sobreexplotadas se presenta como complicada debido a que la pesca excesiva potencia que las pesquerías sean más vulnerables al calentamiento oceánico, del mismo modo que ambos factores se retroalimentan y obstaculizan a la hora de esa posible reconstrucción.
Un estudio que pone de relieve la necesidad de tomar conciencia sobre el calentamiento de los océanos y, por tanto, del cambio climático, así como de la necesidad de reducir considerablemente la sobreexplotación en la industria pesquera.