El petirrojo, un ave con carisma
El Erithacus rubecula o petirrojo es uno de los pájaros más reconocibles y populares de la familia de los Turdidae. De tamaño similar al gorrión común, su pelaje es llamativo, ya que, posee una mancha de color rojo en su pecho. Además, las partes superiores son de color marrón, el vientre es blanquecino y el pico y los ojos tienen un color negro.
Su canto melódico se oye todos los días del año, a diferencia del de la golondrina común que anuncia la llegada de la primavera. De hecho, el petirrojo es el primer pájaro que se oye en el bosque desde una vivienda en el campo cuando el día aún es de noche y hay que encender las luces de la casa. También es uno de los últimos en callarse, cuando el día ya se ha marchado. No calla porque una sola vuelta del mundo alrededor del sol es toda su vida.
El petirrojo trae consigo la buena suerte y simboliza los cambios, siempre en positivo, que van a tener lugar próximamente en nuestras vidas. Esta es solo una de las leyendas en torno a un pájaro que también está asociado con la mitología nórdica y es un popular símbolo navideño en gran parte de Europa.
¿Dónde vive el petirrojo?
Su hábitat es muy variado puede encontrase en zonas cercanas al hombre, de ahí su carácter social. Está distribuido por toda Europa, aunque es más predominante en la región occidental y meridional, y también se puede atisbar en el norte de África. De hecho, es aquí hacia donde migran las poblaciones del norte de Europa ante la llegada del invierno.
En la Península Ibérica tiene lugar un fenómeno curioso relacionado con el petirrojo. Y es que, sin llegar a migrar, sí descienden de altura con las bajas temperaturas. Por este motivo en invierno no aparece en bosques montanos y sí se expande por campiñas, bosques ribereños o jardines. Sí abunda en espacios donde haya gran cantidad de insectos. Se trata de un ave diurna que está acostumbrado a la presencia de los seres humanos y suelen acercarse a ellos cuando están removiendo la tierra con el fin de encontrar algún alimento.
¿De qué se alimenta y cómo se reproduce?
Se alimenta fundamentalmente de arañas, insectos, bayas y semillas. En invierno esta ave aumenta su constitución cuando ahueca sus plumas para generar una capa de aire caliente. En estos meses puede complementar su alimentación con frutos de olivos o zarzas.
El petirrojo es un ave territorial, normalmente no se atisba dos petirrojos en un mismo arbusto salvo en épocas de celo. Así, cuando mejor canta es coincidiendo con el momento en el que quiere hacerse con un territorio ya que tiene la capacidad de conquistar a la hembra con su vez.
El número de puestas del petirrojo oscila entre 1 y 2. El nido se construye con musgo y pasto recubierto de plumas o hierba. Los huevos del petirrojo son de tonalidad blanco azulado y el periodo de incubación se prolonga durante prácticamente dos semanas, siendo el macho el encargado de alimentar a la hembra y los pollos una vez hayan nacido.