La Cigüeña Blanca, un ave zancuda que vive cerca del agua

Parece un ave de secano pero no puede vivir lejos del agua. También se diría que busca el sol, pero en este clip Natura vemos cómo la madre da sombra con sus alas a los cigoñinos. La cigüeña blanca tiene un peculiar vuelo, ya que da zancadas antes de alzarse al aire y mantiene estirados cuello y patas en todo momento.

La Cigüeña Blanca, o Ciconia Ciconia, es un ave familiar con unas tradiciones arraigadas que busca en los machos protección y sustento, y cuya envergadura puede alcanzar los 215 cm. Se caracteriza por su parsimonia y su canto al que se le domina «crotoreo». Es un ave de gran tamaño, plumaje blanco y tono rojizo que no puede vivir lejos del agua y el sol. Por lo que suele encontrarse en zonas pantanosas, prados húmedos y aguas superficiales.

Lo peculiar de su vuelo son las zancadas que realiza antes de alzarse en el aire. Cuando se ve a la cigüeña blanca en vuelo no existen dudas de que tenemos ante nuestros ojos un verdadero espectáculo visual. Este ave adopta una postura muy característica en la que tanto patas como cuello permanecen lo más estirados posibles. En concreto, vuela con el cuello estirado hacia delante y con sus largas patas extendiéndose más allá del borde de su cola corta. Pero es que incluso cuando camina mantiene su cuello estirado.

¿Dónde vive y qué come la cigüeña blanca?

Esta especie se distribuye por el norte de África, centro, suroeste y sureste de Europa. Además, se puede encontrar en la mitad occidental de la Península Ibérica, pero también en Galicia o el valle del Ebro. Pasa muy a menudo que las cigüeñas blancas acuden a las dehesas florecidas de viboreras, cantuesos, llantenes y de amarillo jaramagos para alimentarse de culebras y ranas siempre que haya algo de agua en la zona. Sin embargo, la cigüeña blanca suele alimentarse de pequeños mamíferos, insectos o gusanos. Por su parte, la cigüeñuela común es habitual de las marismas.

Esta ave migratoria se puede avistar en multitud de zonas durante su migración. Así, durante los meses de agosto y septiembre emprenden el viaje hacia el sur, concretamente las sabanas africanas (migrador transahariano), para regresar al norte coincidiendo con la llegada de la primavera. En sus rutas de migración se han registrado bandadas compuestas por miles de individuos.

¿Cómo se reproduce?

Suele nidificar a gran altura creando un gran zócalo donde resguardan a sus crías. Y no sorprende que se reúnan grandes congregaciones de cigüeñas blancas para criar o que esta se produzca junto a otras especies como las garzas. Con calma, macho y hembra aumentan el nido del año anterior. Es la hembra la que lo entreteje, mientras que el macho trae ramas de olivo.

Entre los meses de marzo y abril tiene lugar la puesta, que se prolonga alrededor de un mes. La hembra se encarga de hacer sombra para los cigoñinos, aunque el cuidado se produce por parte de ambos sexos hasta que los juveniles se independizan pasados tres meses desde su nacimiento.

Estuvo a punto de desaparecer con la industrialización, el desarrollo de las grandes ciudades y el radical cambio que sufrieron los paisajes en los que habitaban las anteriores generaciones. Pese a que la cigüeña blanca continúa en peligro de extinción sí hay noticias positivas, y es que el número de individuos se ha multiplicado de forma considerable en los últimos años.

Actualizado: 20/04/2021