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La universidad comprometida con la empleabilidad

La Universidad y el empleo deben ir de la mano. Y sin duda, en nuestro país existen ejemplos de buenas prácticas en este modelo de formación universitaria. Una formación que debe estar muy próxima al tejido productivo, y orientada directamente hacia la inserción laboral. Dos de esos referentes en cuanto a resultados son la Universidad de Mondragón y la Universidad de Cádiz.

Para abordar la forma de trabajar de estas dos universidades contamos con Lander Beloki, decano de la Facultad de Empresariales en Mondragón, y con Alejandro Pérez Hurtado, director de los Servicios Centrales de Investigación en las Salinas/Cádiz, que acompañan a Mariola Urrea en el regreso, en este 2021, de Conversaciones Aquae.

Empleo y universidad: un nexo común

Para ambos, una de las claves es que la Universidad está al servicio de la empresa y del entorno, y con ese propósito desarrolla nuevas propuestas formativas que tengan un fin muy claro, que las competencias de los jóvenes sean las necesarias para desenvolverse a corto plazo en el ámbito empresarial. Porque la Universidad no puede vivir de espaldas a la sociedad en la que se desenvuelve.

«La universidad tiene un papel central en la sociedad y tiene grandes retos en la que debemos convertirla en la punta de lanza de generación de conocimiento y la capacitación de los futuros profesionales» asegura Beloki. Por su parte, Alejandro Pérez nos explica su experiencia en un caso de éxito que han llevado a cabo donde universidad y sector empresarial han estado más unidos que nunca.

Y hay múltiples fórmulas para obtener los resultados que estas universidades están poniendo ya en práctica de manera muy positiva: por ejemplo, las empresas colaboran activamente en los órganos de gobernanza universitarios para trazar los objetivos estratégicos y así colaborar a definir los planes académicos; que la capacidad universitaria de investigación está  orientada a resolver los problemas existentes en la empresa, y que los programas se diseñan hacia los retos y perfiles que la empresa del entorno necesita dar respuesta.

Y porqué no, la Universidad puede traer al siglo XXI producciones económicas anticuadas, donde los alumnos pueden poner en marcha sus investigaciones, para después irradiar los descubrimientos hacia los alrededores.

Porque la Universidad concebida como servicio público, debería ser un banco de ideas dispuestas a prestarlas a quien las necesite con el fin de que a partir de esas ideas generar modelos de negocio exitosos, para después devolver esta inversión que la universidad ha realizado al terreno productivo.

Y así, entender a la Universidad como un agente influyente en la sociedad, que debería estar impactando en los grandes retos, y evidentemente en uno de los mas importantes como es la generación de empleos y de empresas. Y por eso es importante que sea un hub, en el que se encuentren programas formativos para “aprender haciendo” durante la extensión de toda la formación estudiantil garantizando así la empleabilidad de los universitarios.

En este nuevo episodio de Conversaciones Aquae analizamos la importancia que supone que universidad y empleabilidad vayan de la mano. Porque el futuro de Europa, no solo de España, va a depender de la capacidad de la universidad para generar perfiles con grandes conocimientos adquiridos que permitan la creación de riqueza, para lograr una sociedad prospera y basada en el bienestar.


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