Recopilación Microrrelatos 2016

Tus cartas

Cada mes, por dos años, recibí tus cartas: contabas del cielo azul de tu ciudad y de niños que correteaban por las calles persiguiendo balones. Nunca usaste correo electrónico ni otro medio porque las cartas, decías, incluían la emoción de la espera.
Entonces cayeron las bombas. Ocho meses estuve solo, escondido de la radiación. Al atreverme a salir supe que no quedaba nadie. Nadie. Pero en mi buzón había ocho cartas.
Y desde hace tres años, no sé cómo, recibo una carta mensual sin remitente…
Hablan de un cielo azul y de niños que corretean por las calles persiguiendo balones.

Pólvora

Habían inventado la pólvora: 1+1 podían ser 3. Adán y Eva, creo que se llamaban.

La etérea compañía

Florencia aparecía cada vez que el viento la llamaba, y como si fuera flor, sentía sus cabellos ligeros como pétalos, y en las noches tristes, escuchaba susurros que le decían que no estaba sola, pues el aire para ella siempre estaría, y cuando le faltara iba a ser por alegrías y nunca por melancolía, aunque ella no sabía que había una ocasión en la que el aire le faltaría de manera definitiva, y vivió ignorando ese dato toda su vida, sin saber que algún día, por la falta de ese amigo de toda la vida, caería sobre su lecho y moriría.

Una noche estrellada

En mi ordenador aparece por casualidad la obra de Van Gogh la noche estrellada. Trepé por uno de los cipreses y me lancé en movimiento parabólico hacia uno de los remolinos del cielo. Al descender rápidamente por éste tenía sensación de cero rozamiento, observé en otro remolino paralelo a mis padres muy envejecidos, al notar el siguiente me vi a mi misma, también mayor de lo que soy en este momento, realizando actividades de investigación en un observatorio. Aprendí con esta experiencia que en los agujeros negros se presenta un eterno presente y nuestras vidas se desarrollan en universos paralelos.

Microrrelato Memoria

No te veo, ¿estás ahí?.
Mis sentidos alertas,
Toco, huelo, saboreo, siento,
Experimento, aprendo.
Soy lábil, vulnerable.
No te veo, ¿ estás ahí?.
Sufro los cambios,
Me acostumbro.
Me consolido,
quedo guardada.
No te veo, ¿estás ahí?.
Necesito evocar,
mis sentidos alertas,
sensaciones guardadas.
Vuelvo a construir,
recuerdos maleables.
Fina línea distorsionada.
¿Realidad o ficción?
¿Vivido o soñado?
No te veo, ¿estás ahí?
Sueño profundo,
sensaciones almacenadas,
conocimientos aprendidos,
experiencias vividas.
Re consolido estructuras.
No te veo, ¿estás ahí?.
Sí,
Conservando el pasado.
Organizando el presente.
Dando sentido a mi vida.

194

Todos escuchaban el informe del primer viaje de inspección realizado al planeta descubierto. Se envió una pareja a cada uno de los países que lo conformaban.

“…de las ciento noventa y cuatro duplas investigativas solo regresaron treinta y dos. Los motivos de las pérdidas quedaron muy claros para el grupo: incomprensión, accidentes, desastres naturales y conflictos bélicos de dimensiones diferentes, pero guerras al fin…”

El expositor continuaba con los datos obtenidos. Pero el encargado del estudio, ya orientaba alejarse de ese conflictivo planeta. Quedaba bien clara la imposibilidad de efectuar un contacto con esos inteligentes seres que se autodestruían.

Eternidad

Vivir para siempre era una idea fascinantemente aterradora, la primera vez que escuchó de la viabilidad de tal posibilidad su piel se erizó. La transferencia de conciencia se convirtió en una realidad y en el transcurso de milenios su vida en muchas otras vidas. Entre ella y el recuerdo parecía haber tan solo un parpadeo de distancia, pero esa piel hace mucho había desaparecido, junto con los músculos que recubria y los huesos que los sostenían. Ahora, lo único que quedaba por vivir era la muerte, la fascinación se había ido y el terror había llenado el espacio vacío.

La luz perpetua

¿La especie humana vencía la oscuridad? Aquella noche se anunció el primer gran resplandor de bombillas. Una luz perpetua se fijó en miles de miradas que se aglomeraban para el majestuoso espectáculo. Era 1893, la exposición universal de Chicago. No sorprendió el desagrado de Thomas Edison al constatar que no fue suficiente el martirio de Topsy y William Kemmler. En la habitación 3327 del New Yorker Hotel, Nikolas Tesla sobrevivía a la guerra de la electricidad, imaginaba y creaba. -¿La energía futura?- Le preguntó su gran amigo Mark Twain.

El científico lo logró

Primero robó los tejidos de un ejemplar de hace 100 años, conservados en etanol en el Museo Victoria de Melborune, después extrajo su ADN y, finalmente, tras largas investigaciones, consiguió fertilizar el útero de una loba. Lo había hecho él solo, en la clandestinidad, al margen de consideraciones éticas o jurídicas. Después de casi 30 años de extinción, había visto «renacer» al primer ejemplar de Tigre de Tasmania. Lo había criado con mayor esmero por mucho tiempo más que a su propio hijo. Por eso, cuando la asociación de cazadores le concedió el primer premio, no pudo contener la emoción.

Energía potencial ¡Lista para la acción!

– Papá, ¿cómo puedo alcanzar mis sueños?
– Si halas la cuerda, el arco se dobla; ahora el arco tiene energía potencial. Entre más hales, más energía se acumulará! Tenzas, tenzas, tenzas y Almacenas, Almacenas, Almacenas, tanto como alto y lejos quieras llegar. La energía potencial está lista para la acción!!!
– Y ¿dónde está ese arco?
– En tu decisión y en la templanza de tu corazón

Pérdida

Era la primera vez que veía su obra terminada.
Hola Arturo, pronunció.
No sabes cuánto he ansiado que llegara este día, respondió él.
¿Cuál es tu orden?, prosiguió.
Déjame acariciar tu fría piel de metal y soñar que eres ella.

Contradicción

Horas y horas en mí laboratorio, tratando de descubrir la cura, más sin embargo la mentira me inunda, pues aunque el estudio tenga buena intención, mi objetivo es la humillación, quitarle a mi hermano el título al mejor investigador, es mi pasión. Por fin me encuentro cerca, la emoción me abruma, pero, ¿Qué desastre?, el vaso de agua se derramó y cayó sobre el sulfato ferroso, que curioso a Charles le gusta ese color.

La eclosión del pequeño dios

El pequeño dios dormitaba en un paisaje venusino, pero terrestre, en aquel solitario reino de aridez, el dios era mecido y llevado por el viento a una repetición continua de desiertos infinitos, hasta que tropezó con la roca. Los soplos arenosos habían erosionado la superficie y cuando el dios en su crisálida de sueño la golpeó, ésta dejó entrever en su grieta un espejo fulgurante que él tocó ávidamente, la eclosión de la vida le permitió al tardígrado avanzar unos pasos y adentrarse en el océano, que para él, era aquella única gota de agua en la tierra.

Materia

Como aquella hermosa flor salvaje, que fue cogida por un niño enamorado, que al ver su corazón destrozado la descompuso en mil pedazos, aun sin embargo hablar de destrucción es apresurado, pues la materia no se elimina ni desaparece, solo cambia, y aunque ahora en fragmentos este, en las veredas del frió pavimento, su esencia sigue existiendo.

Ciencia del cerebro

Venía tiempo experimentando emociones fuertes hasta que un día me emocioné por la idea de parar. Por primera vez encontraba un tiempo de silencio. Tal era la falta de ruido, que la meditación se hizo hábito, pues me llevó a algo más allá del lenguaje con el que aquí se los cuento. ¿A qué? A una paz que está ahí mismo, esperando a ser descubierta y quizá también reencontrada. Vivimos en un siglo en el que nunca antes se supo tanto del cerebro, pero se nos hará poco si menospreciamos el poder de la voluntad. A ver si se animan.

¿Soñamos con ovejas eléctricas?

Dolly despertó y un leve vaho de regusto metálico le abordó el paladar. Los miró, tras el cristal, estaban ellos con sus abismos de miedo e innovación. La primera había muerto y era ahora un elogio del taxidermismo en un museo, de ella había heredado la memoria biológica de los enigmas naturales donde habitaba una pregunta que siempre trascendía los océanos de Tánatos ¿Sueñan los humanos con ovejas eléctricas? Dolly, la oveja eléctrica con pensamientos de oveja natural bostezó y volvió a la umbra onírica donde unos niños jugaban a saltar una cuerda en una paradoja de regresión progresión infinita.

Consciencia anestesiada

Deambulan seres extraños por los laberintos hechos por ellos mismos, viven en espacios vastos de vida artificial llenos de luces, que los seducen y aturden, que consumen ahora gran parte del tiempo que les queda de vida, sin embargo extrañan la natural, lo que incluso eran y ya no son. Una mezcla de zombis de la muerte, reproducen impacientemente especies irracionales débiles; para su alimentación. Así es ciencia de la humanidad, cuyos conocimientos superan los más crueles y nefastos instintos de supervivencia, hipnotizados por los avances de sus ciencias y tecnologías, y no se detendrán, hasta extinguirse.

El chico de la baja calificación

Molesto por la baja calificación en lenguaje, iba caminando hacia mi casa, cuando observé a un caballero que alimentaba a una paloma con prótesis, le pregunté si la hizo él; él me respondió que sí. Hablé con él y le conté mi situación. Él me dijo: Nuestras virtudes y nuestros defectos son inseparables, como la fuerza y la materia. Cuando se separan, el Hombre no existe. Años después, supe que él era investigador de la corriente alterna, su nombre era Nikola Tesla. Entonces comprendí que el mundo de la ciencia es maravilloso, y me dije: Albert, este es tu camino.

¡Ay, amor!

Neurocientistas consiguieron escanear el cerebro de un enamorado y, las imágenes obtenidas, difieren poco de… ¡una enfermedad mental!
Concluyeron que el diagnóstico de esta mezcla de manía, demencia y obsesión, que lo hace actuar de manera tan irracional, alejándolo de amigos y parientes, haciéndolo telefonear compulsivamente a su amor, entre otras locuras, podría ser confundido con psicosis galopante.
La investigación explica la causa de emociones tan intensas de euforia, rabia, ansiedad, falta de hambre, alegría y tristeza. ¡Todo eso cuando es correspondido! Caso contrario, ¡huya! Las reacciones pueden ir desde persecución a homicidio del “amado”, hasta el suicidio.

Comentario desde una pantalla

«Mira, tienen cinco dedos en cada mano».

El extrahumano

Sobre una cama yace un extraterrestre. Los estudios de ADN que le realicé concluyeron que el 98% de su código genético es idéntico al del ser humano. Entonces, deduzco que los extraterrestres son en realidad humanos tecnológicamente evolucionados, humanos del futuro, que atravesaron el tiempo y el espacio, en esas naves que llamamos ovnis, para estar en nuestra era.
Me aturde la incertidumbre. Necesito corroborar con otros estudios esa hipótesis absurda, pero inesperadamente, el extraterrestre se despierta. Con telepatía, absorbe mis pensamientos, mis vivencias. Y mientras se lleva mis últimos recuerdos, una voz extraña me repite: no somos extraterrestres.

Entrelazamiento (2016)

La mucama de Stewart Bell, barriendo las escaleras, dirigiéndose al raro jefe:
– “El mundo, en su escala más fundamental, no está ordenado. No podemos ya imaginar que sólo haya objetos y lugares para esos objetos”.
–“En mi casa hay más objetos que lugares, y ya es posible que un objeto esté en dos sitios a la vez”, le dijo Alain Aspect mirándola con un ojo y los labios fuera de la cara y una oreja apuntando en otra dirección,
-“aprendí que cuando no hay relación de orden en una escala, ahí el espacio no existe, pero sí los objetos”.

El remedio

Sintió que algo iba mal cuando le empezó a doler el pecho. Luego, llegó la sensación de ahogo. Solo en su laboratorio, a las cuatro de la madrugada y sin móvil, se vio abocado a probar consigo mismo la inyección con la que había logrado revivir a varios ratones muertos. Como pudo, se pinchó en el vientre, pero el infarto era fulminante y a la siguiente noche ya estaba enterrado. Desconocía que su medicamento haría efecto dos días después.

El escepticismo

Una de las tantas cosas que ha demostrado la ciencia es la estrecha conexión que existe entre las emociones humanas y nuestras decisiones, por lo que deviene hasta cierto modo absurdo quejarse de que algunas personas actúen o voten de un manera que nos repulsa, cuando de sobra sabemos que el escepticismo constituye el camino más arduo. Protestar es un ejercicio fútil pero tildar todavía lo es más, pone a nuestros congéneres a la defensiva y acaba resultando contraproducente. Seamos espabilados, seamos linces, cambiemos nosotros mismos y diseñemos una estrategia fijada para persuadir a nuestros iguales.