Microrrelatos Científicos 2020

El inconmensurable fenómeno atmosférico desdibujó el entorno. El desvencijado puente pudo ser su mayor víctima, si no es por el parásito que consumió los cafetales. La estampida fue inevitable. Pero el infortunio no contaba con ella: reunió a los hombres y diseñaron estrategias para reestablecer la comunicación terrestre. Con las demás mujeres, buscó fondos, asesoría y se constituyeron en mano de obra para reforestar el rubro extinto. Ahora, canaliza operativos de salud y capacita a las féminas para que laboren como guías turísticas. Cientos han regresado y afirman, refiriéndose a ella: «Su alma es a prueba de balas».