Microrrelatos Científicos 2019

Debo reconocer que en la época del colegio admiraba secretamente a mis compañeros más rebeldes e indisciplinados, quizá porque los creía poseedores de un coraje del que yo carecía. Los imaginaba situados en un nivel superior al mío, un nivel que, entonces, me parecía inalcanzable. Trataré de explicar aquel extraño sentimiento: si la mayoría de los alumnos ―y yo mismo― éramos como humildes electrones girando ordenadamente en torno a un núcleo formado por protones y neutrones (profesores y padres), aquellos estudiantes audaces y desvergonzados se movían con la autonomía y la desenvoltura de electrones libres orbitando en una capa externa.