Microrrelatos

La nube

Saludo a mi hija de seis años como de costumbre.
Ella sonríe y narra sus actividades del día. Cuando llega el momento de
despedirnos una lágrima navega por su mejilla, me dice: “¡Extraño abrazarte
mami!” Algo dentro mí se rompe. Coloco mi mano sobre la suya, le respondo:
“Solo dos años más Sofía. Lo juro”.  Me
despido observándola por última vez antes de apagar la pantalla del ordenador.
Es hora de irme al laboratorio donde me espera un androide construido
únicamente al veinte por ciento.