Los virus respiratorios como es el caso del COVID-19 suelen transmitirse a través de mucosa o gotas que contienen el virus y que entrar en el cuerpo humano a través de los ojos, nariz y boca. Normalmente esto suele producirse mediante las manos y el contacto entre personas contagiadas.
Durante esta crisis sanitaria, y lejos de las diferentes controversias que ha suscitado el uso o no obligatorio de la mascarillas, las autoridades sanitarias como la OMS han mantenido una postura unánime sobre la desinfección y lavado de manos.
Lavarse las manos es una de las formas más baratas, sencillas y seguras para prevenir el contagio no solo de coronavirus sino de cualquier otro.
No basta con frotar con agua, es necesario utilizar jabón y frotar durante, al menos, 20 segundos toda la superficie de las manos, en especial el espacio entre los dedos y debajo de las uñas. Una vez realizado este proceso, se deberá aclarar bien con agua y secarse las manos con una toalla, a poder ser de un solo uso o, en su defecto, se deberá cambiar cada 3 lavados.
Han sido muchos los rumores que el agua caliente mataba al virus pero, lo cierto, es que el agua fría y el agua caliente tienen la misma efectividad a la hora de eliminar cualquier germen o virus, según informa la OMS. Lo importante y necesaria para la efectividad es utilizar jabón.
Además del lavado de manos, existen otros métodos para reducir al máximo el riesgo de contagio: