En Fundación Aqua no creemos en la magia, creemos en la ciencia. No es nada nuevo para los que nos seguís, pero quizás el titular os pueda despistar. O puede que halláis pensado que vale, sí, no es tan complicado si una ráfaga de viento o similar aparece por banda y apaga la vela. Pero no, hoy nuestro experimento casero con vinagre no implica aire. Se apaga así, como por arte de magia (pero sin ser magia, ya sabéis). Suponemos que tendréis unas cuantas dudas. No os preocupéis, en el vídeo y en la explicación os lo contamos todo sobre las velas que se apagan solas.
Qué necesitamos
Una vez más, no os exigimos más de lo que vayáis a tener en casa (por eso les llamamos experimentos caseros). Necesitaréis vinagre, un poco de bicarbonato, una vela (da igual el tamaño), un recipiente y un mechero. Fácil, ¿verdad? Más fácil será que la vela se apague sola.
El proceso del experimento casero con vinagre y bicarbonato de sodio
Primero tomamos el recipiente de vidrio, echamos el bicarbonato y después el vinagre (nunca al revés, esto es importante). Vemos el efecto de mezclarlos, que empieza a generarse una especie de espuma. Después ponemos la vela al lado, la encendemos y cogemos el recipiente. Lo giramos ligeramente para que la apertura mire a la vela, pero evitando que la mezcla se derrame. Veréis como, de repente, el fuego se esfuma. Otro experimento casero que termina en éxito.
Pero, ¿por qué la vela se ha apagado sola?
Este curioso efecto sucede cuando el vinagre y el bicarbonato se juntan, que tiene lugar una reacción base en la que se desprende un gas que es el que provoca esto: el CO2. El dióxido de carbono actúa desplazando el oxígeno y por tanto impidiendo la combustión. Este es un principio básico de la ciencia, pero lo que quizás nunca os habíais planteado es que la combinación de estos dos productos generase CO2.
El bicarbonato de sodio y el vinagre reaccionan químicamente porque el primero es una base y el segundo es un ácido. El bicarbonato de sodio es un compuesto básico llamado de la misma manera. El vinagre es una solución diluida que contiene ácido acético. La realidad es que la reacción del bicarbonato de sodio y el vinagre son dos acciones separadas. Primero hablaríamos de la reacción ácido-base, que se produce cuando el vinagre y el bicarbonato de sodio se mezclan por primera vez. En este fenómeno lo que ocurre es que los iones de hidrógeno del vinagre reaccionan con los iones de sodio y bicarbonato del bicarbonato de sodio. Como consecuencia de esta reacción inicial, se producen dos nuevos productos químicos: ácido carbónico y acetato de sodio.
La segunda reacción es una reacción de descomposición y es la que se produce en este experimento. El ácido carbónico formado como resultado de la primera reacción comienza inmediatamente a descomponerse en agua y gas dióxido de carbono. Al igual que las burbujas de dióxido de carbono en una bebida carbonatada, el dióxido de carbono (que se formó cuando el ácido carbónico se descompuso) sube a la parte superior de la mezcla. Esto crea las burbujas y la espuma que ves cuando mezclas bicarbonato de sodio y vinagre. Este dióxido de carbono se desprende y… ¡apaga nuestra vela en un abrir y cerrar de ojos!
¿Qué pasa si mezclamos una cantidad grande de vinagre y bicarbonato de sodio?
Si mezcláramos una gran cantidad de bicarbonato de sodio y vinagre en un recipiente pequeño con una abertura estrecha veríamos una erupción mucho más grande. Seguro que has visto en alguna serie de televisión como los profesores de ciencia enseñan a sus estudiantes cómo crear un volcán aprovechando esta reacción química.