La Marjal: un parque urbano que combina la resiliencia climática y la biodiversidad

El Parque La Marjal, en Alicante, es el espacio protagonista de nuestros ‘Encuentros para la Biodiversidad’. En esta ocasión, Aguas de Alicante y el equipo de ornitólogos del parque han desarrollado una serie de actuaciones que no solo han dotado a este espacio de una función hidráulica esencial, sino que también lo han transformado en un refugio para cientos de aves.

‘Encuentros para la Biodiversidad’ es una iniciativa que nos acerca a conocer las acciones en materia de biodiversidad que han mejorado diferentes entornos naturales de España. En esta ocasión, la bióloga Mónica Fernández-Aceytuno, como conductora de esta conversación, nos traslada al Parque La Marjal, un parque urbano inundable ubicado a escasos metros de la Playa de San Juan en Alicante.

En este encuentro contamos con tres referentes que participan en este proyecto medioambiental: Amelia Navarro, directora de Desarrollo Sostenible de Aguas de Alicante e Hidraqua, Jana Marco y Elías Gomis, del equipo de ornitólogos del parque. Son ellos quienes analizan las iniciativas que han convertido este espacio en un ejemplo de resiliencia climática y un entorno único de gran valor ecológico.

En 2013, Aguas de Alicante y el Ayuntamiento de la ciudad pusieron en marcha las obras para la construcción del que sería el primer parque urbano inundable de España. Se trata de una infraestructura hidráulica capaz de almacenar el agua procedente de las lluvias torrenciales con el objetivo de resolver los problemas de inundaciones que, históricamente, han afectado a esta zona del levante alicantino.

“Entre las alternativas técnicamente posibles para resolver esta situación planteamos la construcción de una infraestructura verde, basada en la naturaleza, que fuera capaz de retener las aguas pluviales y evitar así un impacto en este núcleo poblacional”, explica Amelia Navarro.

Restaurar un espacio para convocar a la naturaleza

El Parque La Marjal pronto empezó a sumar otros atractivos que van más allá de la función hidráulica por la que fue concebido. Y es que el valor añadido de este parque se encuentra en el diseño de su vegetación por el que se seleccionaron especies autóctonas y adaptadas al clima de la zona con el fin de asegurar su desarrollo. Esto ha permitido no solo crear un ‘pulmón’ verde para la ciudad, sino también como reclamo para cientos de aves que acuden al parque en busca de refugio, alimentación o un lugar en el que establecer sus nidos.

Desde 2015 se han observado más de 100 especies de aves. Entre las más destacadas se encuentran la curruca capirotada, los petirrojos y la curruca cabecinegra. Pero también, como destacan los ornitólogos a lo largo de la conversación, se han dejado avistar por el parque otras especies más emblemáticas y menos comunes en el litoral mediterráneo como son el martín pescador o la garcilla cangrejera.

“Llevamos más de 40 especies anilladas lo que representan más de 1.200 ejemplares de aves. Estas cifras son solo la prueba del valor biológico del parque y que demuestran cómo es posible transformar un entorno hostil en un paraje con una gran diversidad biológica”, destaca Elías Gomis. Y es que no hay que olvidar que este parque está ubicado en núcleo de una zona urbana.

Reconocimientos de La Marjal

Todas estas actuaciones han tenido un impacto muy positivo en la zona y han convertido este parque en un ejemplo de adaptación al cambio climático y de preservación de la biodiversidad. Por todo esto, desde su inauguración en 2015, La Marjal no ha hecho más que sumar reconocimientos que han revalidado su importante labor medioambiental y ecosistémica.

Entre los más destacados se encuentran el que otorgó a la ciudad de Alicante el título de Ciudad Sostenible en 2018, por su modelo de gestión. Además, sirvió de ejemplo durante la celebración de la COP 25 y ha sido incluido en el programa mundial de sensibilización contra el Cambio Climático.