Gracias a Fundación Aquae estuve en el CERN, en Ginebra, Suiza, en un viaje alucinante. Por todo lo que aprendí, por las personas que me crucé, por las que imaginé y por las ganas que me traje de seguir con todo esto.
También gracias a Fundación Aquae por hacer posible esta experiencia y por abrir la puerta a los profesores que quieren seguir aprendiendo.
¡Por todos los universos que nos esperan!