Impulsar la educación STEM en las niñas es clave para el futuro y la igualdad

Vivimos una época marcada por la digitalización, la automatización y la innovación y esto implica que los perfiles vinculados a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, es decir, el acrónimo STEM por sus siglas en inglés, estén siendo más demandados que nunca.

El informe The Future of Jobs (2025) del Foro Económico Mundial (WEF) destaca que las profesiones más requeridas actualmente se encuentran en el ámbito STEM, abarcando áreas como las telecomunicaciones, la informática, las tecnologías verdes y la transición ecológica. 

A nivel mundial hay una demanda significativa y creciente de perfiles con habilidades STEM, pero la formación de las personas jóvenes y la capacitación de profesionales en activo en estas cualificaciones no sigue el ritmo de las necesidades del mercado laboral. 

De hecho, la carencia de competencias en los campos STEM es considerada la mayor barrera para la transformación empresarial en el informe The Future of Jobs 2025  del WEF. 

También coincide en este análisis la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que lleva tiempo señalando la necesidad de potenciar la formación en unos campos cada vez más demandados. 

Su reciente informe Education at a Glance 2025 refleja que, en promedio, tan solo un 26 % del alumnado universitario en los países miembros de la organización cursa estudios STEM, si bien los porcentajes varían notablemente entre países.

Estos números, indica la OCDE, son insuficientes para afrontar las demandas crecientes en el mundo del empleo. Por ello, el organismo internacional aboga por potenciar las vocaciones en estos ámbitos STEM. 

En Europa la situación es similar y ha llevado a que la Unión Europea (UE) planteara en marzo de 2025 un Plan Estratégico de Educación STEM con el objetivo de revertir esta inadecuación entre los requerimientos del sistema laboral y las políticas formativas. 

El análisis de la UE afirma que esto está causando disrupciones evidentes en el mercado laboral: “No hay suficientes personas cualificadas para satisfacer la demanda del mercado: casi el 80% de las pequeñas y medianas empresas de la UE tienen dificultades para encontrar trabajadores con habilidades STEM”.

La brecha de género en STEM 

A la falta generalizada de vocaciones STEM hay que añadir un elemento más: la brecha de género existente en el acceso a estos estudios y trabajos. 

A nivel global, la baja participación de mujeres en las carreras vinculadas a las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas impide que el talento femenino contribuya plenamente a las demandas del mercado.

En el mundo, las mujeres constituyen sólo el 28,2% de la fuerza laboral STEM en comparación con el 47,3% en sectores no STEM, según datos del WEF, publicados en su informe Global Gender Gap Report de 2024. 

En el caso español, el informe Mapa del Empleo Tecnológico de España 2025, de la Fundación Cotec, indica que este sector sigue estando dominado por los hombres, que ocupan el 68% de estos puestos.

Es decir, aunque a nivel mundial se ha logrado la incorporación de las mujeres al mundo laboral, alcanzando casi la paridad con los hombres, en el campo concreto de las STEM la presencia de las mujeres está ahora mismo en un tercio. 

Y esto para la UNESCO es clave, ya que precisamente esos campos STEM son, por un lado, los más demandados actualmente; y, por otro, los más valorados y los mejor pagados, lo que acrecienta la desigualdad  para el género femenino. 

Además, el organismo internacional hace notar que la presencia de mujeres en puestos de alta responsabilidad en STEM es inferior al género masculino..

Esto ocurre en todas las ramas laborales, pero es especialmente notorio en los empleos STEM, según afirma la UNESCO. “La falta de mujeres en puestos ejecutivos es más pronunciada en las ocupaciones STEM que en las no STEM. A nivel general, las mujeres ocupan un 25% de los puestos de alto nivel en el mundo laboral, pero en el caso de profesiones STEM, este porcentaje se queda en el 10%”, asevera la entidad de la ONU. 

Los estudios STEM en España

Para entender por qué es tan reducido el porcentaje de mujeres que trabajan en ámbitos STEM, es necesario tener en cuenta que la brecha de género en estas profesiones se origina ya desde las etapas formativas.

En España, por ejemplo, las tasas de mujeres sobre el total de personas matriculadas en grados universitarios STEM no llega al 50% en casi ningún caso, y en Matemáticas (36%), Física (27%), Telecomunicaciones (23%) o Informática (13%) son especialmente bajas, indica el estudio Mujeres en STEM publicado por ESADE en 2024. 

En los posgrados se reproduce el patrón: 31% matriculadas en másteres de Ingeniería y Construcción, 25,5% en Matemáticas y estadística, y ni un 23% en los de Informática. 

Y esto a pesar de que hay más mujeres universitarias que hombres universitarios en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en concreto, un 54,4% de mujeres graduadas en educación superior en España frente a un 45,6% de hombres en el año 2022. 

El informe Científicas en cifras 2025, elaborado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), añade multitud de datos y reflexiones que ayudan a entender la situación. Por ejemplo: el informe de MICIU afirma: “Hay claros signos de desequilibrio de género en función de las ramas de enseñanza; las mujeres están sobrerrepresentadas en Ciencias de la Salud(el 72,5% del alumnado son mujeres en el curso 2023-2024), mientras que en Ingeniería y Arquitectura están infrarrepresentadas (el 28,1% del total”). 

La situación de España no es muy diferente de la de las economías más avanzadas del mundo. De hecho, según la OCDE, pese a la baja tasa de incorporación de las mujeres a las ramas STEM en el país, España está ligeramente por encima de la media de la UE25.

Combatir estereotipos de género

Paliar la brecha de género en el acceso a los estudios STEM es esencial para incorporar el talento femenino a estos ámbitos y construir una sociedad más próspera y con más igualdad. 

En España, el Ministerio de Ciencia recalca la importancia de incentivar el interés de niñas y jóvenes por carreras en STEM desde una edad temprana, para aumentar la presencia femenina en estos campos.

A nivel mundial, la UNESCO, recomienda lo mismo y propone una serie de recomendaciones.   

• Actuar desde edades tempranas

Los estereotipos de género aparecen muy pronto. Según la UNESCO, aunque niñas y niños muestran un interés similar por la ciencia en los primeros años, ellas tienden a percibir las materias STEM como menos accesibles con el tiempo, lo que reduce su presencia en etapas posteriores. Por eso, recomienda fomentar el interés por la ciencia, la tecnología y las matemáticas desde la educación preescolar y primaria, antes de que esas ideas se consoliden.

• Visibilizar modelos

“La presencia de mujeres líderes en STEM puede inspirar a las niñas a perseguir sus aspiraciones y desafiar los estereotipos”, afirma la UNESCO. Cuando las jóvenes ven a mujeres prosperando en estos campos es más fácil que se imaginen en esos roles.

• Apoyar al profesorado

La organización propone formar al profesorado y a las autoridades educativas para incorporar la perspectiva de género en la enseñanza STEM.

• Reforzar la investigación y los datos

La UNESCO impulsa la recopilación de información nacional y global que ayude a detectar dónde son necesarias intervenciones específicas.

• Formular políticas públicas

Por último, recomienda promover políticas que integren la equidad de género en la educación STEM y faciliten el intercambio de experiencias entre países.

Desde el año 2019, nuestro programa educativo Aquae STEM impulsa las vocaciones científicas y tecnológicas entre alumnas de Primaria actuando en sintonía con estas recomendaciones y objetivos.

Para saber más sobre Aquae STEM puedes hacer clic en este enlace.