Microrrelatos

Diario de un perseguido

Con un oscurantismo así, ser crítico
frente a lo establecido constituía una vía peligrosa, destinada a la muerte.
Sólo se apoyaba a los dóciles ante el poder. Sin embargo, conservé algunas notas
y libros de colegas y viejos maestros –quienes ignoro dónde estén–; dedicados contra
todo a un saber riguroso. Sinteticé esas fuentes para orientarme en un mundo aterrador,
que a la vez creaba un ánimo atrevido en mí. Pero ¡ya!, debo seguir y no ser
captado por unos tentáculos que me vigilan.