Elías

El hombre se postró de rodillas sobre la agrietada tierra. Levantó su cabeza e imploró con gemidos por lluvia. Hacía seis años que no llovía. Por sus resecos orificios nasales el aire se esforzaba para subir. Sus labios partidos se pegaban entre si, y abrir la boca le costaba sangre. Lloró desconsolado. Una voz en su cabeza retumbó: " Dónde está tu Fe. Es tu última oportunidad ". Se levantó, caminó sin rumbo. Su pecho se abrió con la esperanza, y el aire penetró con el suspiro. Al instante, una cortina de agua cayó del cielo e inundó su garganta mientras tosía y bebía al mismo tiempo.