En este nuevo experimento químico aprenderás a crear tus propias algas desde casa. Para esto, la química nos valdrá para hacer reaccionar a tres elementos – el sulfato de zinc, de cobre y el ferrocianuro de potasio – con el agua. Antes de empezará, necesitarás los siguientes materiales:
El ferrocianuro de potasio es una sal neutra, de fácil disolución en agua. Mientras que el sulfato de cobre y el sulfato de zinc son sales metálicas que al entrar en contacto con el agua crean una membrana semipermeable a través de un proceso físico conocido como ósmosis.
La ósmosis es un fenómeno que se produce por la presión que ejerce una solución salina débil que acaba trasladándose a otra más fuerte a partir de una membrana semipermeable. Esta presión osmótica logra un equilibrio entre dos cuerpos de diferente densidad.
En un primer momento, las moléculas de agua estaban fuera de esta membrana semipermeable y las partículas de sal estaban dentro. Al entrar en contacto ambos elementos químicos, lo que sucede es que las moléculas que componen el agua atraviesan gradualmente la membrana, aumentando así la presión en el interior.
Este proceso se conoce como presión osmótica y provoca que la película formada alrededor de las sales se estire hasta romperse. Es en este momento cuando el ferrocianuro de potasio entra en contacto con el zinc y el cobre produciendo una nueva reacción química.
Esta nueva reacción es la provoca que comiencen a crecer, en el interior del recipiente, unas ramificaciones visible a nuestros ojos y que guardan similitud con las algas marinas que vemos en la playa.
Si te ha gustado este experimento químico y quieres seguir aprendiendo en este campo, te invitamos a crear erizos de estaño y a hacer crecer un árbol de metal desde casa. Además, puede aprender cómo se produce fenómenos físicos como la refracción de la luz y cómo el agua puede ser un auténtico conductor de electricidad.
¡A experimentar!