Microrrelatos

A Amina le costó creer

A Amina le costó creer que con madera, lino y agua se elaborara papel. Khalid le mostró como en la fábrica de Xàtiva, las muelas verticales del molino accionadas por caballos, trituraban la madera de pino, eucalipto o lino para después mezclar esa pasta con agua. Los musulmanes trabajaban sin descanso, aplastando y estirando la mezcla consiguiendo fardos enormes que con la ayuda del rozamiento y del calor se iban dispersando en láminas de fibra cada vez más finas hasta transformarlas en el papel donde ellos escribirían las más bonitas palabras de amor; relatos que los convertirían en leyenda.