La viborera, antídoto natural contra las mordeduras de serpientes
Echium Vulgare es el nombre científico que se le atribuye a la viborera, también conocida como viperina. Esta planta pertenece a la familia de las Boragináceas y se trata de una especie de planta que suele crecer, generalmente, en los bordes de los caminos y de las carreteras. La viborera es una flor nativa de Europa y puede encontrarse en multitud de zonas, desde el nivel del mar hasta las montañas.
Características de la viborera
La viborera es una planta bianual, es decir, su ciclo de vida dura dos años. Durante el primero, brota una roseta de hojas elípticas de pelos rígidos. Y en el segundo, surgen del centro de la roseta, tallos que pueden alcanzar más de un metro de alto y están cubiertos de pequeñas hojas.
Esta especie de planta florece durante los meses primaverales y estivales dando lugar a una flor con tonalidades que van desde el azul hasta el violeta. En este tipo de plantas, el color es un indicador del estado de crecimiento en el que se encuentra. Las flores de las viboreras crecen en ramilletes a lo largo de su tallo, que hacen recordar a la forma de una víbora enroscada. Curiosamente, estos conjuntos florales de la viborera esconden el remedio natural contra las mordeduras de serpientes.
Desde la Antigüedad, la viborera es popularmente conocida por sus propiedades medicinales. Fue en la Antigua Grecia, el médico y botánico Dioscórides sostuvo que las viboreras «por las marcas negras como reptil de sus tallos, señalan sus pretendidas virtudes contra la mordedura de las culebras», cuenta Mónica Fernández-Aceytuno.
En algunas zonas, la viborera también es conocida como «lengua de buey» por la aspereza de sus tallos. Estos están cubiertos por unos pelos pegajosos, ásperos y gruesos. Este tipo de plantas suele alcanzar entre los 40 y 80 centímetros de longitud. Sus hojas tiene forma de lanza y sus flores suelen estar compuestas de cinco estambres.
La flor de la viborera
El fruto de la viborera es una núcula con algunas protuberancias que suele contener semillas en su interior. La popularidad de esta planta se debe a sus usos medicinales y son sus flores las que aportan grandes beneficios para la salud. Estas deben recolectarse antes o muy poco después de su floración que suele coincidir con los meses de abril y julio.
El uso más común de las flores de las viboreras es como emoliente para aliviar cualquier irritabilidad en la piel, cicatrices o simplemente para proteger aquellas pieles más delicadas y sensibles. Además, esta especie de planta se utiliza como infusión gracias a sus propiedades diuréticas que ayudan a eliminar la retención de líquidos de nuestro cuerpo.
Otra de las aplicaciones de la flor de la viborera es para el tratamiento de la tos y la bronquitis, así como los dolores de garganta. Sin embargo, no es recomendable un uso continuado de este tipo de plantas ya que suelen tener un alto contenido alcaloides que pueden ser perjudiciales para el hígado.
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