¿Qué es la Etiqueta Ecológica Europea?
La Etiqueta Ecológica Europea (EEE) es un sistema de certificación que gestiona el Comité de Etiqueta Ecológica de la UE. Cuenta con el apoyo de la Comisión Europea y de todos los Estados miembros. Visualmente es una etiqueta con una flor de tallo verde coronada por la letra “e” y las estrellas de la bandera europea. La etiqueta nos informa de que un organismo público e independiente ha comprobado que el producto cumple los estrictos criterios ecológicos y de rendimiento definidos a nivel europeo. Por lo tanto, su objetivo es ayudar a los consumidores europeos a identificar los productos y servicios más respetuosos con el medio ambiente.
La importancia la Etiqueta Ecológica Europea
Creada en el año 1992, la Etiqueta Ecológica Europea constituye una parte importante de la política comunitaria. Ofrece instrumentos voluntarios de ayuda a las empresas y a los consumidores para mejorar su actuación ambiental. La EEE es uno de los instrumentos en el Plan de Acción Comunitario de Producción y Consumo Sostenible y Política Industrial Sostenible.
En primer lugar, el objetivo es promover productos que puedan reducir los efectos ambientales adversos, en comparación con otros productos de su misma categoría. Así pues, puede contribuir a un uso eficaz de los recursos y a un elevado nivel de protección del medio ambiente. Ciertamente, la consecución de este objetivo se efectúa proporcionando a los consumidores orientación e información exacta. Sobre todo, información no engañosa y con base científica sobre dichos productos.
Breve historia
Las pegatinas verdes en los bienes de consumo han ido evolucionando desde finales de la década de 1970. La certificación alemana Blue Angel (Der Blaue Engel) se convirtió en la primera etiqueta ecológica del mundo en 1978.
En un momento dado se requiere que la industria automotriz en América del Norte cumpla con un estándar mínimo de emisiones. Esto llevó a que se colocaran etiquetas de eficiencia de combustible en los automóviles nuevos vendidos. Al principio, únicamente los principales fabricantes de electrodomésticos debían utilizar prácticas de prueba estándar y colocar etiquetas transparentes en los productos. Después de eso vino la creación, como sabemos, de la Etiqueta Ecológica Europea en 1992.
La Organización Internacional de Normalización ha desarrollado normas para abordar el etiquetado ambiental con la familia ISO 14000 que surgió del compromiso de ISO de apoyar el objetivo de desarrollo sostenible discutido en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en Río de Janeiro, en 1992. Igualmente el etiquetado verde en todo el mundo se está moviendo más allá de las fronteras tradicionales de los países.
Descripción: El logotipo de la Etiqueta Ecológica Europea
Autor: Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente del Gobierno de España.
¿A qué bienes y servicios se puede aplicar?
Con todo esto, cualquier tipo de bienes y servicios que cumpla ciertos criterios ecológicos puede ser candidato a esta etiqueta. A menos que sea un producto alimenticio; las bebidas; los productos farmacéuticos; algunas sustancias o preparados peligrosos y dispositivos médicos especificados en diversas directivas europeas; y en general, los productos fabricados mediante métodos que puedan perjudicar al ser humano o al medio ambiente. Actualmente, la Comisión Europea ha concedido etiquetas ecológicas a cientos de productos y servicios agrupados en 11 categorías. En esta página se puede encontrar el catálogo completo de productos que han obtenido la Etiqueta Ecológica Europea.
¿Quién otorga la Etiqueta Ecológica en España?
La solicitud se debe presentar en el organismo competente de uno de los Estados Miembros de procedencia. Si el producto tiene su origen fuera de la Comunidad Europea el procedimiento es sencillo. Podemos presentar la solicitud en cualquiera de los Estados Miembros en los que vamos a comerciar con el producto.
Son las Comunidades Autónomas las que deben nombrar organismo competente para la concesión de la Etiqueta Ecológica Europea. Por esto, solicitud del distintivo de la flor debe ser dirigido a los organismos competentes de las Comunidades Autónomas de origen del producto.
El solicitante debe dirigirse a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en Madrid. Solamente en el caso de que no hayan designado un organismo competente en una Comunidad Autónoma. En la actualidad, Cataluña, Valencia, Murcia, Cantabria, Madrid, Islas Baleares y Castilla La Mancha cuentan con organismos competentes.
¿Tiene coste su utilización?
La utilización de la etiqueta conlleva una serie de gastos. Un coste de establecimiento (de entre 300 a 1.300 euros, según el Estado miembro) y de mantenimiento (de entre 500 y 25.000 euros).