En 1991, Ho Khanh, un habitante de la zona se refugió en su interior durante una gran tormenta, pero después no fue capaz de recordar su ubicación exacta. Sin embargo, su experiencia alentó a los espeleólogos a encontrarla y, así, fue descubierta en el año 2009 por un grupo de científicos británicos pertenecientes a la Asociación Británica de Investigación de Cuevas; espeleólogos de National Geographic certificaron en 2010 que la gruta era mucho más grande de lo que se pensaba en un primer momento.
En el transcurso de las expediciones se encontraron estalagmitas de más de 70 metros de altura. Tiene más de 9 kilómetros de largo, y la sala más grande de Son Doòng es de más de cinco kilómetros de longitud, 200 metros de alto y 175 metros de ancho. Dimensiones, por otro lado, que podrían variar si se certifica el descubrimiento de una cueva adyacente. Además, se encuentra atravesada por ríos subterráneos y la cavidad bajo tierra presenta también una gran cantidad de estalactitas y estalagmitas, además de espesas vegetaciones e incluso curiosos bosques bajo tierra.
Diez años después de su descubrimiento, se ha hallado un pasadizo sumergido que conecta la cueva y aumenta su tamaño. Un grupo de buceadores (Christohper Jewell, Jason Mallinson, John Volanthen y Richard Stanton) encontraron la respuesta a la hipótesis de Limbert, cuando se sumergieron para explorar esa hendidura. Sin embargo, en un primer momento, pensaron que estaría aproximadamente a unos 25 metros de profundidad; y, sin embargo, estaba a una profundidad todavía mayor, cerca de los 93 metros.
Para Limbert, es posible que haya cuevas subterráneas mucho más profunda, pero, por ahora, el ser humano no ha llegado hasta ellas.