¿Qué es el Internet de las Cosas o IoT?
Internet de las cosas o IoT por sus siglas en inglés, podría definirse como una red que interconecta objetos físicos valiéndose de Internet. Estos objetos, antes conectados por circuito cerrado, utilizarían sistemas embebidos que permiten no sólo la conectividad a internet, sino también programar eventos específicos en función de las tareas que les sean dictadas remotamente.
Origen e historia del Internet de las cosas
El concepto principal de una red de dispositivos inteligentes se discutió ya en 1982. Una máquina expendedora de Coca-Cola modificada en la Universidad Carnegie Mellon se convirtió en el primer aparato conectado a Internet, capaz de informar de su inventario y si las bebidas recién cargadas estaban frías o no. El artículo de 1991 de Mark Weiser sobre la computación ubicua, «La computadora del siglo XXI», así como lugares académicos como UbiComp y PerCom, generaron la visión contemporánea del IoT.
En 1994, Reza Raji describió el concepto en IEEE Spectrum como «pequeños paquetes de datos conectados a un gran conjunto de nodos, para integrar y automatizar todo, desde electrodomésticos hasta fábricas enteras». Entre 1993 y 1997, varias empresas propusieron soluciones relacionadas, como Microsoft’s at Work o Novell’s NEST. El campo se expandió cuando Bill Joy imaginó la comunicación de dispositivo a dispositivo como parte de su marco de «Seis Webs», presentado en el Foro Económico Mundial en Davos en 1999.
El concepto de internet de las cosas lo propuso Kevin Ashton en el Auto-ID Center del MIT en 1999, donde se realizaban investigaciones en el campo de la identificación por radiofrecuencia en red (RFID) y tecnologías de sensores.
El futuro del IoT
Se calcula que todo ser humano está rodeado de entre 1.000 y 5.000 objetos. Según las previsiones de algunas empresas tecnológicas, en 2020 habrá entre 25.000 y 30.000 millones de dispositivos conectados a internet. Con la próxima generación de aplicaciones de Internet (protocolo IPv6) se podrían identificar todos los objetos. Este sistema sería capaz de identificar instantáneamente por medio de un código a cualquier tipo de objeto.
Estas previsiones globales ya son una realidad en algunos aspectos de nuestra vida cotidiana. La tecnología actual, gracias a las aplicaciones que tenemos instaladas en nuestros smartphones, ya nos permite realizar acciones concretas a distancia en nuestros hogares. Se nos ofrece datos de nuestra forma física mientras hacemos ejercicio o nos conecta remotamente con nuestro ordenador de casa.
El internet de las cosas plantea que todos los objetos que nos rodean estén conectados a la Red. De esta forma, nuestro frigorífico podría informarnos de que alimentos necesitamos comprar o cuáles están a punto de caducar sin ni siquiera abrir la puerta; podríamos saber si tenemos caries porque nuestro cepillo de dientes las detectaría o que el inodoro haga un análisis de nuestra orina y nos recomiende una dieta adecuada.
El IoT y su aplicación en el medio ambiente
Esta tecnología también se puede emplear para cuidar al medio ambiente. Las aplicaciones de monitoreo ambiental del IoT suelen utilizar sensores para ayudar en la protección ambiental mediante el control de la calidad del agua o del aire, las condiciones atmosféricas o del suelo, e incluso pueden incluir áreas como el monitoreo de los movimientos de la vida silvestre y sus hábitats.
El desarrollo de dispositivos conectados a Internet con recursos limitados también implica que los servicios de emergencia pueden utilizar para otras aplicaciones. Un ejemplo serían los sistemas de alerta temprana de terremotos o tsunamis, para así proporcionar una ayuda más eficaz. Los dispositivos de IoT en esta aplicación generalmente abarcan una gran área geográfica y también pueden ser móviles.