La justicia social es clave para garantizar un desarrollo sostenible
En 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 20 de febrero como el Día Mundial de la Justicia Social. Con este día se pretende apoyar y promover la labor conjunta de la comunidad internacional para erradicar la pobreza, promover el empleo pleno, la igualdad y el acceso al bienestar social.
Esta Asamblea reconoció que el desarrollo social y la justicia son fundamental para el establecimiento de la paz en el mundo y el cese de cualquier tipo de conflicto entre naciones. Sin paz ni seguridad no se garantizan los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Según estima la OIT, alrededor de 2000 millones de personas viven en situación de fragilidad al verse afectadas por conflictos. Los gobiernos e instituciones internacionales son los encargados de velar por el bien común y lograr que la ciudadanía en su conjunto tenga igualdad de oportunidades. Pese a ello, en los últimos años se ha detectado un deterioro en cuento al acceso a un empleo digno, un aumento del abandono escolar y un crecimiento de la pobreza en el mundo.
La justicia social es fundamental para lograr sociedades pacíficas. Por ello, forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y con la conmemoración de este día, se pretende hacer reflexionar a la sociedad de que eliminar cualquier tipo de discriminación y precariedad en el mundo es vital para construir sociedades fuertes que avancen hacia el progreso.
La celebración de este día busca reivindicar una nueva visión de la economía que logre respetar los limites del planeta donde el bienestar social radique en la sostenibilidad y la justicia social entre los ciudadanos en lugar de en el crecimiento material y el consumo.
La justicia social en la era digital
“Un llamamiento a la justicia social en la economía digital” es el lema del Día Mundial de la Justicia Social 2021 establecido por las Naciones Unidas. Y es que, la economía digital está transformando el mundo. Desde 2020, y con el avance de la pandemia mundial de la Covid-19, se ha acelerado la inclusión de las nuevas tecnologías en nuestra rutina diaria como base para garantizar el desarollo económico y social ante una crisis sanitaria sin precedentes.
La globalización, potenciada por la digitalización de la sociedad, está abriendo camino a nuevas oportunidades. Los avances tecnológicos pueden ayudarnos a solventar problemas existentes y mejorar nuestra calidad de vida. Sin embargo, la digitalización también tiene otras consecuencias para aquellas sociedades con menos recursos quedando rezagados en un planeta cada vez más cambiante.
La disponibilidad y acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) han agravado las desigualdades. Por ello, a través de este día, se promueve el diálogo entre los diferentes países con el objetivo de tomar las medidas necesaria para superar la brecha digital, potenciar la igualdad de oportunidades y proteger los derechos humanos en plena era digital.
Educar en la justicia social es otro desafío para lograr la igualdad y el desarrollo sostenible. Por ello, también es necesario un consenso de la comunidad educativa para promover estos valores de igualdad, respeto y equidad entre los más jóvenes.
La Declaración Mundial sobre la Educación para Todos, de 1990, indica que una de las maneras de satisfacer las necesidades fundamentales de aprendizaje consiste en hacer que cada persona sea capaz de «servir la causa de la justicia social».
En definitiva, apoyar y promover la justicia social significa estar de lado a la consecución de los ODS. Estos objetivos son una oportunidad para que los países logren mejor la calidad de vida de todos. Eliminar la pobreza, lucha contra el cambio climático, la igualdad de género o la defensa del medio ambiente son algunos de los 17 compromisos de
Por tanto, conseguir la justicia social en el mundo significa estar de lado de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible sin dejar atrás a nadie.