El Carbonero Común, el pájaro más espabilado del parque
Parus Major es el nombre científico del comúnmente conocido carbonero común. Esta especie de ave procede de la familia de los Páridos, que se distribuyen por Europa, Asia, África y Norteamérica. Las especies que forman los Paridae se caracterizan por su carácter vivo e inteligente dejándose ver incluso en parque y zonas urbanas.
El carbonero es un ave muy activa y siempre está en busca de alimento. Suelen llevar a cabo vuelos cortos entre las ramas de los árboles. No extraña la presencia del ser humano y tampoco es raro verlos comer de la mano de alguna persona en plazas y parques de las ciudades. En términos generales, no es una especie amenazada, aunque es importante destacar que sufre grandes pérdidas de población juvenil durante el otoño y el invierno. La falta de alimento, las especies depredadores y el frío son sus mayores enemigos.
Características del carbonero común
Es un ave con un tamaño de 14 centímetros. El color amarillo de su cuerpo lo hace fácilmente reconocible por su contraste con el plumaje de sus alas y su cola. Cuenta con unas peculiares manchas blancas que suelen aparecer sobre sus mejillas y que destacan sobre su cabeza de color negro azabache.
El carbonero común cuenta con una banda negra en el cuerpo que, en el caso de los machos, es más gruesa y definida que en las hembras. Otra de las diferencias entre ambos géneros es que el color del plumaje de los machos es mucho más vivo que el de las hembras.
¿Cómo y dónde vive esta especie de la familia de los Paridos?
El Parus Major se puede ver por toda la Península Ibérica, a excepción de aquellas zonas donde no hay concentraciones de árboles. Su hábitat se encuentra en la mayoría de ecosistemas, desde el nivel del mar hasta altitudes superiores a 2.100 metros. El único requisito de esta especie de ave es la presencia de arboledas y agujeros donde refugiarse y construir sus nido en época de apareamiento.
En cuanto su alimentación, se basa en animales invertebrados durante los meses de primavera y verano. Durante el invierno se convierte en omnívoro, ampliando así su dieta para satisfacer su necesidad. Por su morfología física, el carbonero común suele escarbar matorrales secos en busca de larvas o insectos que le sirvan de alimento.
Resulta importante destacar que esta especie de ave permanece en el mismo lugar donde nacieron durante todo el año, sin realizar migraciones. Su principal amenaza son mamíferos como la garduña y los reptiles como la culebra que aprovechan del periodo de reproducción para alimentarse de estos pequeños pájaros.
¿Cómo se reproducen los Parus Major?
Con un cortejo menos esplendorosos que el de las golondrinas, el carbonero común trata de llamar la atención de las hembras de una forma mucho más sencilla: erizando las plumas e hinchando el pecho para que sobresalga el negro intenso de su plumaje.
Los meses de abril a junio es el momento en el que esta especie de ave se reproduce. Son las hembras las encargadas de construir el nido a partir de musgo, raíces, lana, pelos y algunas plumas. Suelen poner entre 6 y 8 huevos, y son las responsables de la incubación, que suele durar unos 17 días.
Una vez nacen los polluelos del carbonero común, tanto el macho como la hembra facilitan su alimentación durante los primeros 20 días. Pasado este período, las crías ya están preparadas para abandonar el nido.
El canto del carbonero común
Sin duda, lo más llamativo de esta especie de ave es su canto. Esta especie familia de los páridos es capaz de realizar diferentes reclamos a través de su canto con multitud de variaciones, llegando a englobar un repertorio de hasta 30 notas. Suele cantar mientras se mueve entre el ramaje, aunque también lo hace cuando se mantienen inmóviles. Durante los meses de diciembre y enero suelen cantar con más fuerza, mientras que es muy raro escucharlos cantar entre octubre y noviembre.