Ada Lovelace, la «madre» de la programación
Ada Lovelace nació el 10 de diciembre de 1815 en el seno del matrimonio del poeta Lord Byron y Anna Isabella Milbanke. Esta última abandonó a su marido, padre de Ada, al poco tiempo de casarse. Este hecho que provocó que Lovelace recibiese una educación muy peculiar para una mujer de su época. Y es que se basada en una formación excepcionalmente estricta en matemáticas. Algo que le llevó, años más tarde, a convertirse en una pionera de este ámbito llegando a ser considerada como la «madre» de la programación.
Desde su infancia, Ada Lovelace mostro un talento innato para los números. A los 17 años, conoció a Charles Babbage, un conocido matemático e inventor que se quedó impresionada por la inteligencia y conocimiento de la joven. Fue entonces cuando Ada tuvo claro que quería trabajar a su lado y, mientras cursaba sus estudios, fue becaria de Babbage hasta que abandonó sus estudios al casarse y tener hijos.
Sin embargo, al poco tiempo regresó para proseguir su camino de investigación, desarrollando su actividad durante una época, la victoriana, en la que era casi impensable que una mujer pudiese ejercer como profesional a la par que ser madre.
Ada Lovelace creó el primer algoritmo informático
Con Babbage mantuvo no solo una buena relación profesional en torno a la computación digital, sino también una larga amistad. En 1845, Ada tradujo al inglés un documento explicativo sobre el excepcional trabajo de Babbage al que fue añadiendo notas explicativas que ampliaron su extensión a casi el doble del original. Este traducción y explicación fue publicada en una revista francesa.
Esta investigación, que tenía su origen en el trabajo de Babbage, sirvió a la joven matemática para introducir algunas ideas sobre programación muy avanzadas para la época. Entre ellas, un sistema de tarjetas perforadas que serían esenciales para programar los primeros ordenadores a mediados del siglo XX. Estas aportaciones de Lovelace supusieron la creación de el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina.
Mientras numerosos científicos de la época, incluido el propio Babbage, se centraban en estudiar la capacidad de las computadoras para resolver cálculos complejos, Lovelace trató de ofrecer una visión que iba mucho más allá de esta idea. Precisamente, fue está inquietud fue la que le llevó a desarrollar y definir innovadores conceptos que, a día de hoy, están considerados los primeros pasos en el campo de la programación informática y la computación.
Además de estas aportaciones, Ada Lovelace tomó como referencia los número de Bernoulli para desarrollar lo que hoy conocemos como algoritmo informático. Sin embargo uno de los grandes avances que desarrolló fue la introducción de este algoritmo en la máquina de Babbage. Este hecho le permitió definir lo que actualmente en informática se conoce como «bucle»: ejecutar una serie de acciones de forma repetida.
A su vez, Ada Lovelace diseñó la idea de una máquina que fuera capaz de programarse y reprogramarse para ejecutar funciones que le llevarán a la realización de una serie de tareas que fueran mas allá de llevar a cabo simples cálculos y que quedarán expresadas mediante símbolos.
Las STEM no entienden de géneros
A lo largo de la historia, son muchos los reconocidos nombres de científicos que con sus inventos y descubrimientos han permitido el avance de la sociedad hacia el progreso. Pero, si damos un repaso a algunos de estos nombres, nos daremos cuenta que la mayoría son hombres. Y es que las mujeres siempre han sufrido una enorme desigualdad y silenciamiento forzosos de sus logros y avances.
Sin embargo, esto no quiere decir que las mujeres no hayan aportado ningún hito en los diferentes ámbitos científicos y tecnológicos. Un ejemplo de ello es la historia de Ada Lovelace, quien tuvo que firmar durante toda su vida con las iniciales A.A.L. por miedo a ser censurados por el simple hecho de ser mujer.
Por todo esto, son muchas las conmemoraciones que se hacen a lo largo del año a la figura de Ada Lovelace por sus múltiples avances en el campo de la informática. Un ejemplo es que en 2009 se decidió que el segundo martes de octubre sería el Día de Ada Lovelace. Este día tiene como objetivo reconocer las contribuciones de las mujeres en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
Desde Fundación Aquae somos conscientes de que es necesario potenciar el interés de las mujeres y niñas hacia las materias STEM. Por esta razón, en 2019 pusimos en marcha Aquae STEM con el fin de contribuir a romper las barreras de género en el ámbito científico-tecnológico.
En la actualidad, este programa educativo se lleva a cabo en más de 50 colegios de toda España. Gracias a esta iniciativa, más de 2.000 niñas de primaria realizan una serie de actividades prácticas y creativas sobre ciencia y tecnología a lo largo del curso con el objetivo de potenciar el interés de las niñas de primaria hacia las vocaciones STEM.
Si algo hemos aprendido con este programa es que una de las principales causas de que las más jóvenes no se acerquen a las ciencias y la tecnología es por la falta de referentes femeninos con los que identificarse. Esto nos ha llevado a poner en marcha una serie de encuentros digitales con los que visibilizar a mujeres brillantes en el ámbito de las STEM que sirvan de inspiración a las niñas de primaria.