La letrina que salva vidas

La única manera de combatir definitivamente enfermedades como la diarrea es mejorar los hábitos de higiene, es decir, tener acceso a agua limpia para beber y lavarse las manos, y a su vez eliminar la defecación al aire libre.

Unos buenos hábitos de higiene y saneamiento mejorado podrían prevenir 842.000 muertes al año.

Sólo el 39 por ciento de la población global -2.900 millones de personas- utiliza un servicio básico de saneamiento administrado de forma segura, es decir, las heces se eliminan de forma segura in situ o se tratan fuera del emplazamiento.

Unos buenos hábitos de higiene y una fuente de agua potable, en combinación con el saneamiento mejorado, podrían prevenir cerca de 842.000 muertes cada año. Por eso son tan importantes iniciativas que contribuyan a reducir estas cifras.

Una muestra de ello es la pequeña Celeste, que relata en este vídeo cómo han cambiado sus hábitos de higiene.

Y si quieres leer la crónica que publicó el diario El País, puedes hacerlo aquí: «El orgullo de Bena Gema«, por Santiago Roncagliolo.