El impresionismo digital y dinámico de David Bowen

En el principio fue el viento, luego las nubes y finalmente el agua. David Bowen es un artista estadounidense que investiga las propiedades cinéticas de los fenómenos naturales dándoles forma con las nuevas tecnologías en un espacio cerrado. Después del éxito de Tele-Present Water, Bowen nos presenta Underwater. Una propuesta rupturista que utiliza la tecnología Kinect para explorar la relación entre el agua y el arte.

Sobre la obra del artista David Bowen

En las obras de David Bowen, el barrido del viento en una playa lejana o el vaivén de las olas en la superficie del océano se materializan en tiempo real. Lo hacen en un espacio expositivo gracias a la telepresencia. Una técnica que traslada un fenómeno remoto al mundo físico, a través de las herramientas electrónicas y digitales.

Underwater, su más reciente investigación en este campo, se presenta en el marco de Pure Water. Una exposición que hasta el próximo febrero reúne en el Lentos Kunstmuseum de Linz (Austria), las obras de artistas de la talla de Vito Acconci, Francis Alÿs, John Baldessari, Joseph Beuys, Louise Bourgeois, Bill Viola y el madrileño Daniel Canogar, entre muchos otros. Seleccionadas todas ellas para celebrar los aspectos económicos, sociales, emocionales y estéticos del agua. El recurso más valioso del mundo sirve así como medio y como fin.

Anatomía de Underwater

Underwater es lo más parecido a una superficie que flota suspendida en el espacio expositivo. Representada por una red formada por muchos elementos móviles, esta superficie se mantiene en constante movimiento. Es posible gracias a unos motores que reaccionan en tiempo real a los datos que están siendo retransmitidos desde el Lago Superior. Se trata del más grande de Norteamérica, compartido por Estados Unidos y Canadá.

El mayor lago de agua dulce del mundo está conectado con el museo de Linz a través de una malla que flota según las olas. Microsoft Kinect capta estos movimientos y los trasmite en un continuo flujo de datos a la instalación en el espacio expositivo.

La adaptación de Underwater, que se está exhibiendo en Linz, es la última versión de la misma obra, aunque en formato más reducido, que David Bowen presentó en 2012 en la Biennale Interieur de Bélgica.

Underwater recuerda mucho el proceso de simulación de Tele-Present Water, otra instalación de Bowen que materializa el movimiento de las olas y en España se puede ver hasta el 16 de noviembre en la exposición Big Bang Data, en el Centro de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).

La tecnología Kinect como retratista

“La diferencia fundamental entre Underwater y Tele-Present Water es que, gracias a tecnología Kinect, la primera releva con mucha precisión los movimientos de hasta 81 puntos en la superficie flotante. Luego son representados en tiempo real a través de otros 81 servo motores en la instalación”, explica Bowen.

En cambio en Tele-Present Water, la superficie se reconstruye a partir de las oscilaciones de una parcela de agua, captadas por los sensores de una boya flotante, ubicada en el Océano Pacifico. En este caso el movimiento de un punto único, el de la boya, se escala y se amplía para articular los motores de la instalación.

Cambian los estilos y las herramientas pero los sujetos retratados por Bowen mantienen una estrecha relación con el paisajismo de la pintura impresionista, lo cual nos permite identificar un paralelismo entre sus instalaciones cinéticas y el movimiento del mar en tormenta inmortalizado en los lienzos de William Turner. “Es cierto que en mi trabajo tengo en cuenta las representaciones históricas del paisaje. Siempre me han encantado los paisajes marinos de Turner, cuyas fuerzas dinámicas intento trasladar en muchas de mis obras”, concluye Bowen.