Muchas veces te habrá ocurrido en la cocina que vas a coger un huevo y se te cae el suelo. A veces, con solo unos centímetros de altura, el huevo se quiebra. Sin embargo, hay una manera de conseguir que los huevos no se rompan al caer. ¿Quieres ver cómo un huevo cae a 50cm sin romperse? Te lo enseñamos en este breve experimento. ¡Empezamos!
En este experimento te enseñaremos a romper las leyes de la física con un huevo que no se rompe, aún cayendo desde una altura de 50cm. Con este divertido ejercicio, descubrirás cómo funcionan las leyes de la densidad y por qué el huevo flota en el agua con sal, lo que permite que este no se rompa. Para ello necesitaremos: una bolsa de plástico hermética, agua de grifo, sal y un huevo.
Pasos a seguir:
- Coge la bolsa hermética y llénala de agua del grifo hasta la mitad.
- Vierte un poco de sal en la bolsa
- Introduce el huevo dentro de la bolsa con cuidado.
- Cierra la bolsa. Asegúrate de que está bien cerrada para así evitar que te salpique el agua cuando caiga.
- Alza la bolsa y déjala caer desde una altura de, al menos, 50 centímetros.
- Resultado: ¡el huevo no se rompe!
¿Por qué el huevo no se rompe?
Como verás, el huevo no se rompe, sino que se mantiene flotando. ¿Por qué flota el huevo en el agua con sal? La respuesta es muy simple: la densidad que produce la sal en el agua. Dentro de esta bolsa estamos haciendo competir a las dos fuerzas que actúan sobre el huevo, la fuerza de la gravedad y la resistencia del agua. Cuando el peso es mayor que la fuerza de resistencia, el huevo se hunde. Si son aproximadamente iguales, se queda en medio. Cuando el peso es menor, el huevo flota.
Hay tres factores que influyen en el empuje que experimenta un cuerpo en un líquido: la gravedad, el volumen y… la densidad del líquido. En el experimento del huevo que no se rompe lo que ocurre es que la sal aumenta enormemente la densidad del agua, provocando que esta supere al peso del huevo. Por este motivo, flota dentro del agua. Al caer, el agua con sal absorbe toda el impacto de la caída, lo que mantiene el huevo intacto.
Detrás de este experimento está el Principio de Arquímedes, un físico del siglo III a.C. Este científico determinó que si el peso del cuerpo es mayor que el empuje, el objeto se hundirá. Por el contrario, si el líquido es más denso que el cuerpo, este flotará. Este principio también explica por qué en el Mar Muerto los cuerpos flotan.
El Principio de Arquímedes
Como hemos visto en el experimento, la presencia de sal en el agua dulce hace que la densidad del agua aumente ya que aumenta su masa. De hecho, cuanta mayor sea la concentración de sal del agua, mayor será su salinidad. Y este factor hará que los cuerpos floten en ella. Por esta razón es mucho más fácil flotar en el agua del mar que en el agua de un río o una piscina.
Cuando un objeto flota en un fluido, lo hace porque el objeto es sometido a los efectos de una fuerza llamada fuerza de flotación. Esta fuerza que se da en un líquido lleva hacia la superficie los cuerpos que están parcial o totalmente sumergidos en él. Esta fuerza de flotación surge de las diferencias en la presión hidrostática entre el líquido y el objeto en cuestión. De esta manera, si colocamos una pelota en el agua, ésta experimentará menos presión que si la sumergimos en ella. Por el contrario, el peso actúa como fuerza gravitacional, que lleva los objetos hacia abajo.
La razón por la que un objeto flotará o se hundirá depende entre la diferencia de densidades entre el medio sobre el que esté. En nuestro caso, al manipular la densidad del agua aumentando la concentración de sal, hemos logrado que la diferencia sea suficiente como para que el huevo siga flotando.