Para hacer este experimento necesitamos: colorante, leche, jabón, un bastoncillo y un recipiente.
Nos encanta la ciencia, como ya sabes, pero si esta además goza de un toque visual, mucho mejor y sobre satisfactorio cuando se consigue. Por ello el experimento de hoy podría entrar en la categoría de otros que hemos publicado que cuentan con una pátina, digamos, más artística que otros (como el de explosiones de colores o cascadas de colores, que también os recomendamos que hagáis). Le podríamos llamar arte con colorante y leche, y, por supuesto, como la gran parte de nuestros experimentos caseros, es la mar de sencillo de llevar a cabo. Resulta ideal para niños, pero también para mayores, aunque lo más divertido sea hacerlo en familia.
Qué necesitamos para conseguir leche de colores
Obviamente, leche, más o menos dependiendo de los efectos que queráis obtener. Y para los colores, colorantes. Quizás de esto último no dispongamos en casa, pero resulta muy fácil conseguir en cualquier tienda o supermercado. Cuantos más tipo de colorantes, más colores y por supuesto más vistoso el experimento, claro. También necesitaremos un bastoncillo y un poco de jabón. Y por supuesto un recipiente para poder realizar el experimento casero. Y ya tendríamos todo para el arte con leche de colores.
El proceso
Colocamos el recipiente y vertemos la leche en él, y a continuación echamos colorantes por encima de varios colores para que podamos ver mejor el efecto. Después ponemos un poco de jabón con un bastoncillo, de manera que creamos un juego de colores muy artístico.
Pero, ¿cómo es posible?
Muy fácil, ya que leche consigue que los colorantes no se disuelvan en ella gracias a las grasas que contiene. A su vez el jabón es un repelente de grasas (por eso se utiliza para limpiar). Y es que, quizás no lo sepas, pero los colorantes suelen contener grasas animales los repele una y otra vez. Por ello surge así este colorido efecto.
La leche es principalmente agua, pero también contiene vitaminas, minerales, proteínas y pequeñas gotas de grasa suspendidas en solución. Las grasas y las proteínas son sensibles a los cambios en la solución circundante (la leche). El secreto de los colores explosivos es la química de esa pequeña gota de jabón.
El jabón para platos, por sus características bipolares (no polar en un extremo y polar en el otro), debilita los enlaces químicos que mantienen en solución las proteínas y grasas. El extremo polar o hidrófilo (amante del agua) del jabón se disuelve en agua y su extremo hidrófobo (temeroso del agua) se adhiere a un glóbulo de grasa en la leche. Aquí es cuando se empieza a gestar la reacción que has podido ver en el experimento.
Creando leche de colores
Las moléculas de grasa se doblan, ruedan, se tuercen y retuercen en todas direcciones, mientras las moléculas de jabón corren para unirse con las moléculas de grasa. Durante toda esta actividad tan frenética, las moléculas de grasa y las de colorante de alimentos son golpeadas y empujadas por todas partes. Como resultado, gracias al color, tenemos la capacidad de observar toda la actividad que, de otra manera, sería totalmente invisible. A medida que el jabón se mezcla uniformemente con la leche, la acción se ralentiza y finalmente se detiene.
Repite el experimento usando agua en lugar de leche. ¿Obtendrá la misma erupción de color? ¿Qué tipo de leche produce el mejor remolino de leche de color, descremada, 1%, 2% o entera? ¿Por qué? Esta es la base de un gran proyecto de feria de ciencias al comparar el efecto que tiene el jabón para lavar platos en varios líquidos diferentes. ¡Cuéntanos si ves algún cambio interesante respecto a este experimento que te hemos enseñado!
