La teoría de la innovación disruptiva ha ganado mucha tracción en las últimas dos décadas al configurarse como una herramienta de cambio en las organizaciones y en la sociedad. Llevada a la práctica, esta teoría aporta una forma poderosa de convertir el pensamiento creativo en una fuerza de crecimiento. Por ello, no es difícil encontrar grandes ejemplos de innovación disruptiva en pequeñas, medianas y grandes empresas; pero también en otras formas de organización social como las ciudades o los países.
En el mundo de los negocios, se entiende como innovación disruptiva el tipo de innovación que es capaz de crear un nuevo mercado y una red de valor. Esto, a su vez, tiene implicaciones de gran alcance, ya que esta la fuerza disruptiva de este tipo de innovación es capaz de desplazar empresas y productos líderes en el mercado para dar paso a los nuevos jugadores. El término innovación disruptiva tiene su origen en 1995, año en el que el académico estadounidense Clayton M. Christensen lo utilizó por primera vez. Se trata de una de las ideas más influyentes del siglo XXI.
No obstante, el término innovación disruptiva no fue la primera opción de Clayton M. Christensen. En realidad se trata de una evolución del término término tecnología disruptiva, que sucedió cuando Christensen se dio cuenta de que hay algunas tecnologías que son intrínsecamente disruptivas. Es el modelo de negocio que surge gracias a esta nueva tecnología lo que hace posible el impacto disruptivo.
A pesar de su gran impacto, existe una fuerte controversia sobre el término innovación disruptiva. De hecho, muchos creen que la teoría de la disrupción corre el peligro de convertirse en víctima de su propio éxito. Se cree que los principios básicos de este tipo de innovación se aplican mal con frecuencia, diluyendo el verdadero sentido de la innovación disruptiva.
Como respuesta a las crecientes críticas que ha recibido este concepto en los últimos años, en 2015 Clayton M. Christensen aclaraba en la Harvard Review Magazine, cuáles son los pilares de la innovación disruptiva:
Existen numerosos ejemplos de innovación disruptiva a lo largo de la historia. Sin embargo, la democratización del acceso tecnológico ha permitido que este fenómeno tenga más tracción ahora que nunca. A continuación se muestran algunas de las innovaciones más disruptivas que ha habido en las últimas décadas: