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El mundo submarino, un espejo dónde mirarnos

24 de Julio de 2015
calderones tropicales
Cada vez que salimos a lo que nosotros llamamos el azul, las aguas abiertas alejadas de tierra y del propio fondo marino, nos embarga la misma sensación: la de nuestra propia insignificancia ante la vastedad del océano. En ese océano existe una especie llamada calderones tropicales. Una especie cuyo comportamiento se asemeja al nuestro y nos recuerda la esencia de nuestro ser.

Las islas de la Macaronesia son minúsculas porciones de tierra en la inmensidad del Atlántico, frágiles y preciosas, y no pueden ser entendidas sin prestar atención a las aguas que las rodean. Estamos tan absortos en nosotros mismos, en nuestra propia especie, que no vemos a los otros seres que comparten el espacio. Ese océano por donde navegan no solo barcos sino también la vida, unos seres extraordinarios que un día abandonaron el pesado andar terrestre para volver al mar: los cetáceos. Concretamente, la especie de los calderones tropicales, un reflejo de lo que somos y hemos perdido.

Los Calderones tropicales

Hace mucho tiempo, tanto que se pierde en una época muy lejana, tal vez antes de la llegada del ser humano a las islas Canarias, que una manada de calderones tropicales decidieron fijar su residencia permanente en el suroeste de la isla de Tenerife, donde encontraron unas condiciones inmejorables, rica en cefalópodos, su alimento; y un mar encalmado buena parte del año donde parir con seguridad a sus crías.

Hoy los descendientes de estos calderones tropicales continúan disfrutando de este rincón del Atlántico, formando complejas sociedades familiares cercana a la veintena de individuos. Cuyos conocimientos han ido pasando de madres a hijas a lo largo del tiempo, un bagaje cultural que les da una gran ventaja sobre otros grupos de calderones nómadas.

Los calderones tropicales son sorprendentes. Tienen la capacidad de bajar a 1.000 m de profundidad a la caza de sus presas en menos de 20 minuto. También de alcanzar velocidades de 8 m por sg. Los machos, con apenas un metro más de longitud, doblan en peso a las hembras. Su aspecto intimida. Pero más allá de unas condiciones físicas portentosas, lo que más llama la atención de estos animales es lo importante que resulta para ellos la familia, el grupo. Serían incapaces de sobrevivir sin la manada.

Unidos por lazos poderosos

Pues les unen unos lazos tan poderosos que cuando una hembra pierde a una cría recién nacida, la manada acompaña a la madre que porta a la cría muerta día y noche, hasta que ya no quedan más que jirones. Dejan de alimentarse. El pesar es tan intenso que lo envuelve todo. Se siente incluso el peso del agua.

Poseen lenguaje propio, el agua propaga sus sonidos desde largas distancias, de manera que una hembra desde la oscuridad del abismo puede comunicarse con su cría o avisar a otros de la presencia de comida.

Tan necesario como alimentarse resulta el ocio. Los calderones tropicales dedican muchas horas al día a jugar, a socializar, a rozarse continuamente, de forma delicada, fortaleciendo vínculos tan poderosos que guardan el secreto de su supervivencia.

Los calderones tropicales: espejo de los humanos

Y cuando llega la hora de alimentarse siempre hay algún adulto que se encarga de vigilar a los más pequeños, que no tienen otra preocupación que jugar durante largos intervalos de tiempo. Tantas horas que llegan a formar pequeñas alianzas, relaciones de amistad verdadera que solo la muerte terminará con ellas.

Tal vez… relaciones que la propia especie humana va perdiendo. Posiblemente un espejo dónde mirarnos. Y es que la naturalidad de las especies animales. Su manera de comportarse ante la vida, la muerte, las amenazas o la felicidad, no pueden sino recordarnos a nuestros comportamientos ante estas mismas circunstancias.

Secretos de la Macaronesia VIII from Rafa Herrero Massieu on Vimeo.

Rodado con la cámara de cine digital Red Epic a 5 K de resolución, dentro de una caja estanca Amphibico Rouge.
Más información en macaronesia.tv
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Shooting with Red Epic at 5 K of resolution and Amphibico Rouge in Canary Islands.
More information in macaronesia.tv

 

ACERCA DEL AUTOR

Rafa Herrero Massieu
Buceador profesional, realizador y cámara submarino. Director desde 1994 de Aquawork, empresa especializada en documentales submarinos.