Estas cavernas fueron descubiertas accidentalmente en 1810 por Aaron Higgenbotham. A principios de la década de 1940, miembros de la Sociedad Nacional de Espeleología (NSS) comenzaron a explorar la primera cueva del descubridor. En una década, habían aumentado considerablemente la extensión conocida. En 1953 se descubrió una conexión entre la cueva de Henshaw y la cueva de Higgenbotham.
Dentro de este paraje subterráneo natural se incluye una histórica mina de salitre y una innumerable cantidad de estalactitas y estalagmitas que se han ido creando con el paso del tiempo.
Cuentan también con un salón de baile, “Volcano Room”, dentro de las cavernas, que tiene capacidad para 500 personas y proporciona entretenimiento bajo la luz de un candelero de casi una tonelada de peso.
Ver también:
Las cavernas del río Nus
El karst en yesos de Sorbas
Las Cuevas de Campanet