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La gestión del agua en Europa

El Libro Blanco de la Economía del Agua nos ofrece datos muy interesantes, y algunos sorprendentes, sobre la gestión del agua en Europa. ¿Sabías que el 2% de la población europea carece de acceso mejorado al agua? ¿O que un millón de personas carecen de acceso a fuentes seguras de agua?

El principal objetivo de la política del agua de la UE es garantizar el acceso a agua de buena calidad en cantidad suficiente para todos los europeos. Además, otro objetivo es garantizar el buen estado de todas las masas de agua en Europa. Por lo tanto, en la gestión del agua en Europa se establecen políticas y acciones para prevenir y mitigar situaciones de escasez de agua y sequía. También para mejorar la calidad del agua y asegurar que el agua contaminada sea tratada. Todo ello se realiza a través de diferentes modelos de gestión del agua.

El Parlamento Europeo dice que el agua no es un producto comercial, sino un bien público. Esta afirmación encaja bien con el mensaje de Naciones Unidas que afirma que el agua también es una cuestión de derechos. Los recursos hídricos son el núcleo del desarrollo sostenible y son esenciales para el desarrollo socioeconómico en todo el planeta. Sin embargo, el crecimiento demográfico desenfrenado y la creciente demanda resultante hacen que los recursos hídricos estén sujetos a fuertes presiones. El impacto cada vez mayor del cambio climático también afecta a los recursos hídricos.

Problemas en la gestión del agua en Europa

Los problemas de escasez de agua pueden exacerbarse cuando se examinan ejemplos de desajustes estacionales o geográficos entre la disponibilidad y la demanda de agua. Los países mediterráneos ciertamente lo demuestran, ya que los picos de demanda de agua se producen a lo largo de las costas durante el verano, que suele ser la estación más seca. Los habitantes tienden a concentrarse en las zonas costeras. Esto plantea un desafío adicional para la gestión de la demanda de agua y la asignación de los recursos disponibles.

La contaminación de los recursos hídricos subterráneos puede reducir la disponibilidad de agua. Incluso en aquellos países que se caracterizan generalmente por abundantes recursos hídricos, como Dinamarca. En este país, la contaminación por plaguicidas representa el 20% de los cierres de pozos. Por otro lado, la contaminación por nitratos es responsable del 10% de los cierres.

Diferentes modelos de gestión para un solo recurso

Dado que el agua es un recurso clave para el desarrollo de un país, su gobierno es responsable de encontrar la fórmula que mejor se adapte a su modelo socioeconómico. Sobre esta base, y ya sea por motivos políticos, administrativos o económicos, el comportamiento y la estructura organizativa de los países europeos han propiciado la evolución de la gestión de los servicios de agua.  En los últimos 20 años ha evolucionado desde un modelo mayoritariamente de carácter público, a la aparición y desarrollo de un sector privado, abriendo así la puerta a nuevos modelos de gestión.

Por lo tanto, la gestión del agua en Europa puede seguir uno de tres modelos. El público, donde la entidad pública responsable puede estar directamente a cargo de proporcionar el servicio y gestionarlo, o delegar esas tareas en una entidad de gestión pública. El modelo mixto, donde una entidad pública (generalmente un gobierno local) y una empresa privada administran el recurso de manera conjunta. Y, por último, el modelo privado, donde la entidad pública responsable designa a una empresa privada para administrar las tareas bajo un contrato de arrendamiento o concesión. Pero en este caso, manteniendo la propiedad pública de la infraestructura.

Entre los factores que el usuario final tiende a evaluar en términos de servicios de agua están el precio del agua (según el ingreso per cápita), la calidad del servicio o el estado de la infraestructura. Pero muchas personas desconocen el modelo de gestión que se utiliza para llevar agua al grifo; lo importante es que el agua llegue a su grifo.