Historias del cambio
Biruté Galdikas: medio siglo estudiando a los orangutanes asiáticos
En 1971, una joven científica canadiense llegó a Asia para estudiar a los orangutanes, uno de los grandes primates más cercanos al ser humano, para conocer su comportamiento sobre el terreno, algo que ningún investigador había hecho antes. Galdikas formaba parte de un proyecto enfocado en la evolución de nuestra especie y en la que sus compañeras de trabajo eran Jane Goodall, centrada en los chimpancés, y Dian Fossey, dedicada a los gorilas
Desde mediados del siglo XX, el estudio sobre el terreno del comportamiento de los grandes simios, es decir, gorilas, chimpancés y orangutanes, los seres vivos más relacionados genéticamente con el ser humano, ha estado dominado por mujeres. No solo eso, sino también iniciado, impulsado y mantenido por ellas.
Ningún científico había estudiado seriamente la etología de nuestros parientes más cercanos hasta que tres jóvenes científicas acudieron a las selvas de África y de Asia para hacerlo, afrontando los desafíos que supone iniciar toda un nuevo campo de investigación en un territorio apartado y salvaje y en un ámbito de conocimiento desprovisto de toda referencia investigadora previa.
Desde los años 60 y 70 del pasado siglo, chimpancés, gorilas y orangutanes han tenido una destacada científica estudiándolos sobre el terreno. A este trío de investigadoras se las conoce como las Trimates (un juego de palabras en inglés entre three o tres y la abreviatura de primate).
Son la británica Jane Goodall, la experta en chimpancés que llegó a los bosques de Gombe (Tanzania) en 1960 y que sigue todavía a sus 91 años recibiendo homenajes por el todo mundo; la estadounidense Dian Fossey, especializada en gorilas y que aterrizó en las montañas Virunga de Ruanda en 1967 y fue asesinada en 1985, recordada como un icono de la conservación en libros y películas que han expuesto su trágica biografía; y, por último, Birutė Galdikas, una canadiense que fue la tercera en iniciar el trabajo de campo, esta vez en Asia, con orangutanes, en 1971, y que sigue aún con su labor.
Galdikas es la menos conocida de las Trimates, pero también la única que aún permanece sobre el terreno, investigando a los simios y ofreciendo continuas aportaciones a la ciencia y la conservación del medio ambiente.
El proyecto ‘trimates’ de Leakey
Antes de explicar la trayectoria de Biruté Galdikas y su trabajo actual, merece la pena explicar el origen y objetivo del gran proyecto científico que supuso enviar a investigadoras de campo a los lugares más remotos del planeta a mediados del siglo XX para estudiar a los grandes simios.
El impulsor fue el antropólogo y arqueólogo británico, nacido en Kenia en 1944, Richard Leakey. Era hijo de Louis Leakey, quien junto a su esposa Marie Leakey había hallado en Olduvai, Tanzania, los primeros restos de Homo habilis de hace dos millones de años y otros fósiles que completaron el vacío de la evolución humana.
Louis Leakey continuó el trabajo paleontológico de su progenitor, descubriendo nuevos fósiles de homínidos, pero empezó a asaltarle una inquietud científica. Los hallazgos de restos antiguos no le permitían entender bien cómo eran y cómo se comportaban aquellos antepasados. “Los huesos fosilizan, pero el comportamiento no”, afirmaba. Para resolver esa duda, pensó que la mejor forma era estudiar sobre el terreno cómo vivían los seres más parecidos a aquellos, que son los grandes simios actuales.
Louis Leakey movilizó fondos públicos y de entidades privadas como National Geographic y fue consiguiendo consecutivamente tres becas; la primera para Goodall y los chimpancés; la segunda para Fossey y los gorilas y la tercera para Galdikas y los orangutanes. Lo que pasó después es ya historia de la Ciencia y leyenda de la conservación del medio ambiente, porque en poco tiempo, las tres revolucionaron nuestras ideas sobre la evolución humana y, además, se convirtieron en abogadas mundialmente famosas de la protección de los espacios naturales de África y Asia.
El trabajo de campo de las Trimates, respaldado desde la Academia por Louis Leakey, causó un impacto disruptivo en la primatología. Cada una de ellas hizo descubrimientos fundamentales que cambiaron la comprensión científica de los grandes simios y subrayaron la necesidad de su protección. Además, su trabajo inspiró a generaciones de científicos y conservacionistas a continuar estudiando y protegiendo a estos animales y sus hábitats.
La biografía de Galdikas
Biruté Galdikas nació en 1946 en una familia lituana recién trasladada a Canadá tras la II Guerra Mundial. Se formó académicamente en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde obtuvo su licenciatura en Psicología en 1966. Luego continuó sus estudios en la Universidad Simon Fraser, en Canadá, donde completó su maestría en Antropología en 1969. Dos años después, en 1971 se embarcó en el proyecto de Leakey y llegó a Indonesia acompañada del que era entonces su marido, el fotógrafo Rod Brindamour.
Galdikas llegó a uno de los últimos lugares salvajes del mundo, la Reserva Tanjung Puting en la isla de Borneo. En aquella época no había teléfonos, carreteras, electricidad, televisión ni servicio de correo regular. Antes de salir de Estados Unidos, sus profesores y otros expertos en fauna le dijeron que estudiar a los orangutanes en estado salvaje era imposible. Eran demasiado esquivos y cautelosos y vivían casi exclusivamente en zonas de selva pantanosa.
Hay que tener en cuenta que a diferencia de chimpancés y gorilas, que viven en grupos y clanes familiares, los orangutanes son solitarios y se mueven por extensas zonas de selva según la disponibilidad de alimento y refugio.
De este modo, el trabajo de Galdikas tenía varios retos. Por un lado, encontrar a los propios simios en medio de una extensa selva; por otra, el propio estudio de los mismos: Goodall y Fossey se habían centrado en el estudio de las interacciones sociales de chimpancés y gorilas, pero Galdikas no tenía grandes grupos sociales de orangutanes para estudiar.
Sin embargo, al poco tiempo su arduo trabajo y determinación dieron sus frutos. Creó el Camp Leakey, que lleva el nombre de su mentor, y comenzó a documentar la ecología y el comportamiento de los orangutanes salvajes. Cuatro años más tarde, escribió el artículo de portada de la revista National Geographic, atrayendo por primera vez la atención del público internacional sobre los orangutanes. El artículo fue ilustrado con fotografías de Brindamour.
Galdikas fue la primera zoóloga en documentar el largo intervalo entre nacimientos de orangutanes, que promedió 7,7 años en Tanjung Puting. Registró más de 400 tipos de alimentos consumidos por los orangutanes, proporcionando detalles sin precedentes sobre la ecología de la especie. También ayudó a dilucidar la naturaleza de su organización social y los sistemas de apareamiento.
Para apoyar su trabajo en Camp Leakey, Galdikas impulsó la creación de la Orangutan Foundation International. Junto a su segundo marido, Pak Bohap bin Jalan, nativo de Borneo, también creó una red de organizaciones en Australia, Indonesia y el Reino Unido dedicadas al mismo fin.
El trabajo de Biruté Galdikas
Galdikas ha impartido numerosas conferencias sobre los orangutanes y su hábitat ante miles de personas y numerosas instituciones de Indonesia y el resto del mundo. Su dedicación para comprender la naturaleza del orangután y para preservar su hábitat en rápida disminución de la especie se extiende también a las personas y la cultura local. Después de 50 años en Tanjung Puting, declarado ahora Parque Nacional, Galdikas ha llevado a cabo el estudio continuo más largo realizado por un investigador sobre cualquier mamífero salvaje en el mundo.
Su trabajo ha sido fundamental para aumentar la conciencia global sobre la conservación de los orangutanes y su hábitat amenazado por la deforestación y otros factores. Galdikas ha publicado numerosos estudios científicos y libros sobre orangutanes y la ecología de los bosques tropicales, contribuyendo significativamente al campo de la primatología y la conservación.
Además de su labor de investigación, Galdikas ha sido una defensora apasionada de la educación ambiental y la promoción de prácticas sostenibles en las comunidades locales de Borneo. Su vida y trabajo han inspirado a muchas personas en todo el mundo a interesarse y participar activamente en la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas forestales tropicales.
Quien desee saber más sobre Biruté Galdikas puede leer sus distintas investigaciones o alguno de sus libros divulgativos, como Reflejos del Edén, una historia de sus primeros 30 años de trabajo publicada en castellano en 2013 por la editorial Pepitas de Calabaza. En él, Galdikas afirma: «Mi laboratorio es el laboratorio viviente que existe desde hace milenios».