Teresa Perales
A los 19 años tuvo una neuropatía por la que perdió la movilidad en las piernas. Después de un tiempo de adaptación a la nueva situación, Teresa aprendió a nadar y, casi de manera inmediata, su primer entrenador le animó a competir. A partir de ese momento comenzarían los campeonatos y pruebas en los que destacaría de manera exponencial.