Día Mundial del Reciclaje

“Reducir, reutilizar y reciclar”, como señala la Agenda 2030 de la ONU en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, es la clave para el ahorro de recursos

El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje para concienciar a la sociedad sobre la importancia de reducir la producción de residuos y de reutilizar y reciclar materiales, consiguiendo así ahorrar materias primas y disminuir el gasto energético. Según informa la ONU con cifras de 2023, cada año se recolecta en el mundo una cantidad estimada de 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos. Si se tiene en cuenta que la población humana es de 8.000 millones de personas, tocamos a más de una tonelada de basura por persona y año.  

Por reciclaje entendemos el proceso por el cual una materia o producto ya utilizado se vuelve a poner en valor, sometiéndose a un tratamiento para obtener una materia prima o un nuevo producto.

Sin duda, reciclar es uno de los mejores gestos en favor del planeta que todos podemos llevar a cabo en nuestro día a día. De este modo, lo que considerábamos basura se convierte en un recurso que puede volver a ser empleado. Se evita así tener que extraer del medio natural materias primas nuevas y se consigue reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se hubieran producido en el proceso. Reciclar supone un gran beneficio para los ecosistemas y es también una medida que ayuda a paliar el cambio climático.

El reciclaje es la esencia de la llamada economía circular, que aboga por cerrar el ciclo de los materiales para darles una nueva vida. Precisamente, entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, hay uno específicamente dedicado a estas cuestiones. El ODS12, Producción y Consumo Responsables, aboga entre otras cuestiones por “reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización”.

“Reducir, reutilizar y reciclar”, como señala la Agenda 2030 de la ONU en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, es la clave para el ahorro de recursos. La regla de las tres R, como es conocida, aboga por lo siguiente:

Reducir, es decir, simplificar el consumo de los productos directos, ya que todo aquello que se compra o se consume tiene una relación directa con los desperdicios. Por ejemplo, es más económico en términos ambientales adquirir un envase grande en lugar de varios pequeños.

Reutilizar, o sea, volver a emplear los productos y darles el mayor uso posible antes de que llegue la hora de deshacernos de ellos.

Y, por último, como fin de etapa, reciclar todo aquello que ya no podamos reutilizar.

En general, las ciudades, como en el caso de España, disponen de sistemas diferenciados de recogida para permitir el reciclaje de materiales diversos como papel y cartón; vidrio; envases de plástico y metal y también, en ocasiones, la fracción orgánica del cubo de la basura, que puede ser dedicada a la producción de compost.

Otros materiales como pilas y materiales eléctricos, aceites usados o mobiliario pueden ser destinados también al reciclaje y existen sistemas de recuperación al servicio de los ciudadanos para que puedan desprenderse de ellos de forma que puedan ser correctamente gestionados.

Reciclar el agua también es posible

Cuando se habla de reciclaje se suele pensar en materiales como vidrio, papel o metales, pero no tanto en un recurso tan esencial como el agua. Y, sin embargo, el agua es precisamente un bien cuyo reciclaje y reutilización está muy avanzado.

El proceso se lleva a cabo en las estaciones de depuración de aguas residuales (EDAR), donde las aguas residuales de nuestros hogares, o aguas servidas como se dice en algunos países de América, son tratadas convenientemente para limpiarlas de sus impurezas y devolverlas al medio ambiente en buen estado.

Las aguas residuales cuando han sido tratadas para convertirse en aguas regeneradas, pueden devolverse a los ríos, pero también destinarse a otros usos, como el riego de parques y jardines, la limpieza de calles, el riego agrícola o, incluso, la recarga de acuíferos o reservas de agua subterráneas, para que se recuperen en el caso de haber sido sobreexplotadas.

Cuando se habla de reciclaje y economía circular, y en una fecha como el Día Mundial del Reciclaje, habría que destacar que el sector del agua es desde hace tiempo uno de los más avanzados en la reutilización de los recursos en beneficio del planeta y de la sociedad.

Actualizado: 31/07/2023