El cambio climático, o, como se comienza a llamar en algunos medios, la crisis climática, es un grave problema. Nos estamos enfrentando a él desde hace tiempo y sus estragos son cada vez más contundentes. Pero, según un estudio publicado por la prestigiosa revista científica Science, los investigadores Robin Chazdon y Pedro Brancalion, de la Universidad de Connecticut, ven en los árboles una solución para combatir y mitigar los efectos del cambio climático. .
Gracias al proceso de fotosíntesis, los árboles son capaces de absorber CO2 de la atmósfera y expulsan como desecho el oxígeno que necesitamos para vivir. De esta manera, los árboles actúan como sumideros naturales de carbono gracias a su capacidad de absorción de este gas, que necesitan para crecer.
La deforestación es una práctica que tiene graves consecuencias sobre el entorno natural, pero también sobre la vida del ecosistema. Cuando los árboles se pierden, aumentan los niveles de dióxido de carbono que hay en la atmósfera. Es así como se producen el efecto invernadero y el aumento de las temperaturas.
Según los cálculos de este estudio publicado en Science, añadiendo un billón de hectáreas reduciría en un 25% el dióxido de carbono de la atmósfera. Para la investigación, desarrollada en el ETH-Zurich en Suiza, usaron un software basado en la ingeniera de Google Earth. Con él generaban un modelo predictivo para mostrar las zonas del planeta donde podrían plantarse más árboles.
El profesor Robin Chazdon, el autor principal de esta investigación, ha declarado que «la reforestación de bosques es la mejor solución disponible en la actualidad contra el cambio climático disponible y brinda pruebas sólidas para justificar la inversión». Si se actúa ahora, se podría reducir el dióxido de carbono en la atmósfera hasta en un 25%. Así se alcanzarían los niveles vistos por última vez hace casi un siglo.
Sin tener en cuenta los árboles, las tierras agrícolas y las áreas urbanas existentes, los investigadores encontraron que había 0,9 mil millones de hectáreas que podrían ser utilizadas para los nuevos árboles. Una vez que están maduros (entre 50 a 100 años), estos árboles podrían extraer hasta 200 giga toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera.
Recuperar la masa forestal es un imperativo global. Especialmente en los lugares donde la deforestación se ha llevado a cabo de forma más intensiva. La estrategia consiste en reforestar las zonas afectadas y realizar tareas de plantación de árboles en áreas con terreno fértil donde aún no hay árboles. Una revisión del estudio sugirió que no existe “ninguna otra solución actual de reducción de carbono cuantitativamente tan grande en términos de captura de carbono” que la reforestación.
Los árboles cumplen una doble función en el planeta: absorben CO₂ y generan oxígeno. La acción de reforestar es una forma de ganarle la lucha al cambio climático y de reducir la contaminación atmosférica.
Fruto de nuestro compromiso con el medio ambiente, en 2015, desde Fundación Aquae, y junto a las empresas territoriales del Grupo Agbar, decidimos poner en marcha nuestro proyecto ‘Sembrando O2‘. Desde entonces trabajamos en la reducción y compensación de emisiones de dióxido de carbono a través de una iniciativa de reforestación y plantación de árboles.
Esta iniciativa surgió como respuesta a un terrible incendio que devoró más de 1.700 hectáreas de bosque en la localidad alicantina de Pego. Junto a Hidraqua, se han logrado recuperar 80.000 metros cuadrados de bosque. Además, este proyecto no solo ayuda a reforestar zonas afectadas por incendios o sequías, sino también contribuye a que nuestro planeta cuente con un aire más limpio, libre de CO₂.
Un proyecto que nos ha llevado a recibir, hasta en tres ocasiones, el Triple Sello ‘Calculo+Reduzco+Compenso’. Se trata de un reconocimiento otorgado por la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) del Ministerio para la Transición Ecológica.