Río Paraná
El Río Paraná nace de la confluencia del río Grande y el río Paranaíba, en Brasil. Desde el Salto del Guairá hace de frontera, entre Paraguay y Brasil primero, y a partir de su encuentro con el Río Iguazú, entre Paraguay y Argentina, precisamente hasta el encuentro con el Río Paraguay, donde se adentra en terreno argentino hasta su desembocadura en el Río de la Plata. También en su recorrido por Argentina sirve de límite entre diferentes provincias, en todo su recorrido.
Características generales del Río Paraná
Forma parte de la cuenca del Plata, que es la segunda cuenca más extensa de Sudamérica, sólo superada por la del río Amazonas. Tiene un caudal medio de 17.300 m³/s y máximo de 65.000 m³/s, lo que junto con su recorrido en llanura y su naturaleza aluvial, transportando una gran cantidad de sedimentos, provoca que transforme constantemente su propia morfología generando bancos e islas. Los afluentes del Río Paraná, el Paraguay y el Bermejo, son los que aportan la mayor parte de los sedimentos que transporta.
Fotografía: Vista del río Paraná / NASA Earth Observatory (dominio público)
Además, la desembocadura del Río Paraná forma un delta de agua dulce, que se encuentra en constante crecimiento. Este aspecto le diferencia de otros grandes deltas del mundo, que se forman en las aguas del mar.
Sus afluentes principales son los ríos Tieté, Paranapanema, Iguazú, Paraguay, Negro y Salado.
En la cuenca del Río Paraná y el Paraguay viven alrededor de 75 millones de personas. Además el río Paraná abarca la zona más urbanizada de Suramérica y su población va aumentando cada año en un millón de habitantes apróximadamente. En la cuenca del Paraná se encuentran varias de las ciudades más pobladas de Suramérica, entre las que destacan por tamaño y población São Paulo, Buenos Aires, Curitiba, Campinas y Rosario.