Energía azul: una fuente renovable con potencial

Hay varios tipos de energías, no renovables y renovables. Dentro de estas últimas se encuentra la eólica, la solar o la hidráulica, entre otras. También existe la llamada energía azul o energía osmótica. Aunque quizá menos conocida, se trata de una de las fuentes renovables con más potencial de futuro. Te contamos qué es la energía azul y cómo funciona.

El futuro del planeta reside en el uso de las energías renovables. Su uso favorece el equilibrio en el impacto de la actividad en el medio ambiente. El uso de energías de fuente natural nos ayuda a evitar el uso de recursos contaminantes y que pueden ser devastadores para el medio ambiente a corto y largo plazo. Entre ellas destaca la energía azul, un recurso inagotable proporcionado por el agua. A continuación te explicamos qué es la energía azul y cómo funciona.

¿Qué es la energía azul?

La palabra azul puede dar una pista sobre qué es la energía azul. También conocida como energía osmótica, es aquella fuente de energía que se produce cuando se pone en contacto el agua del mar, que presenta una mayor concentración de sales, con el agua dulce, que contiene una concentración menor.

La energía azul, como la hidroeléctrica o la mareomotriz, surge de mares y ríos. Cuando el agua dulce entra en contacto con la salada, por ejemplo cuando un río muere en el mar, la diferencia de esa salinidad se convierte en una energía renovable.

Una de las ventajas de la energía azul se encuentra en que no necesita condiciones extraordinarias para funcionar. Esta es una característica que le permite estar operativa durante todo el día siempre y cuando un río haya desembocado en el mar.

¿Cómo funciona la energía azul?

Para saber qué es la energía azul, se debe conocer cómo se produce y en qué consiste el concepto de ósmosis. Se trata de un proceso físico en el que dos líquidos con diferente concentración de sal se separan por una membrana semipermeable, a través de la cual fluye el líquido con menos concentración de sal hacia el que más tiene.

Por tanto, para obtener energía azul se separa el agua de mar y el agua dulce gracias a esa membrana, que impide que pasen las sales y deja pasar el agua. Esta fluye de forma natural de la menos a la más concentrada y ejerce una presión llamada osmótica, que hace mover una turbina. Así, se produce la energía azul.

La técnica para obtenerla nació en los años setenta, pero no se desarrolló debido a los requerimientos tecnológicos y su coste. Pasados los años, sigue siendo una técnica que se encuentra en desarrollo debido a que no se ha encontrado un sistema al cien por cien eficiente para que genere grandes cantidades de energía.

qué es la energía azul

Ventajas de la energía osmótica

La energía azul posee varias ventajas en su uso de cara a conseguir una mayor sostenibilidad:

  • Al igual que la eólica y la solar, es una energía renovable.
  • Es una energía constante y aprovechable de manera continua.
  • Se puede obtener en cualquier condición climática. Esto hace de ella una energía más fiable que la solar o la eólica, que dependen más del clima.
  • Con la energía azul se podría abastecer a todo el planeta, siempre y cuando se logre que el agua de un río contacte con el agua de mar.
  • Las centrales de salinidad para obtener este tipo de energía no producen emisiones de CO2, por lo que tiene un impacto ecológico muy bajo.
  • Desde un punto de vista geográfico es muy conveniente, dado que cerca del 44% de la población mundial vive cerca de las líneas costeras.

Desventajas de la energía azul

La energía azul u osmótica también tiene sus desventajas:

  • De momento, presenta un alto coste para generarla, debido a la elevada inversión para crear una central de salinidad.
  • El precio del megavatio que se necesita para la energía azul es el doble que para los combustibles fósiles.
  • Las membranas para producir el proceso de la ósmosis deben ser de gran tamaño.

Diferentes grupos de científicos, conscientes de las grandes ventajas de la energía azul, trabajan para revertir los problemas que presenta a través de los últimos avances en nanotecnología.

Según varias investigaciones, la clave reside en reducir el tamaño de los orificios de la membrana para que los iones puedan atravesarla a escala atómica. De esta manera, no sería necesario la construcción de plantas industriales, sino que las membranas podrían colocarse en los estuarios de los ríos y generar de esta manera energía como la electricidad.

Actualizado: 19/05/2021