Fotosíntesis de las plantas: ¿cómo funciona?
La fotosíntesis de las plantas es uno de los procesos fundamentales que mantiene el equilibrio de los ecosistemas y la vida en la Tierra. ¿Sabes cuál es la importancia de la fotosíntesis? ¿Sabes por qué es importante el dióxido de carbono en la fotosíntesis? Te lo contamos todo a continuación:
¿Qué es la fotosíntesis de las plantas?
La actual deforestación hace que la absorción de carbono disminuya cada vez más, emitiendo mayor cantidad de gases de efecto invernadero, lo que ha ocasionado que la atmósfera se caliente y que los cambios en el clima sean cada vez más extremos. En un escenario de cambio climático, la importancia de la fotosíntesis aumente.
Es uno de los mecanismos bioquímicos más importantes del planeta, ya que implica la fabricación de nutrientes orgánicos que almacenan la energía lumínica del Sol en distintas moléculas útiles (carbohidratos). Por este motivo, su nombre proviene de las voces griegas foto, “luz”, y synthesis, “composición”.
Después, las moléculas orgánicas sintetizadas se pueden emplear como fuente de energía química para sostener procesos vitales, como la respiración celular y el metabolismo.
Para que se produzca la fotosíntesis de las plantas, es necesaria la presencia de clorofila, un pigmento sensible a la luz solar y que es aquel que les confiere a las plantas su característico color verde. Este pigmento se encuentra en los cloroplastos, estructuras celulares de diverso tamaño propias de las células vegetales.
Tipos de fotosíntesis
Las plantas acuáticas y terrestres pueden realizar la fotosíntesis, pero también otras especies vegetales como los helechos, las algas y algunas bacterias de vida libre. Para ello, tienen dos formas:
- Fotosíntesis oxigénica, aquella que produce azúcares útiles para la planta y, a su vez, consume dióxido de carbono (CO2) y subproduce oxígeno (O2). Este tipo es fundamental para la respiración, dado que funciona con el intercambio de gases a la inversa.
- Fotosíntesis anoxigénica, aquella que no produce oxígeno (O2), pero aprovecha la luz solar para romper moléculas de sulfuro de hidrógeno (H2S). De esta manera, libera azufre a su entorno o lo acumula en el interior de las bacterias que son capaces de llevarla a cabo.
El intercambio de gases que se produce durante la fotosíntesis es fundamental para los ecosistemas y para la vida. Esto se debe a que permite la creación y circulación de la materia orgánica y la fijación de materia inorgánica.
5 cosas beneficios que aportan las plantas
La fotosíntesis es un proceso neurálgico para la vida en la tierra. Gracias a la luz, las plantas capturan dióxido de carbono (CO2) y expulsan oxígeno durante el día. Por las noches sucede lo contrario, capturan oxígeno y liberan dióxido de carbono. Este proceso facilita la vida en la Tierra, ya que nos proporciona el oxígeno que necesitamos para respirar.
- Mantienen el equilibrio de los gases atmosféricos. Gracias a la fotosíntesis, el oxígeno consumido en la respiración y la combustión puede reemplazarse. De esta manera se evita el incremento de dióxido de carbono.
- Son la base de la alimentación de muchos organismos vivos. El ciclo de vida comienza gracias a las plantas, puesto que es el sustento alimenticio (de una manera u otra), de los seres vivos y la biodiversidad que habita el planeta.
- Tienen propiedades medicinales: Desde tiempos remotos, gran cantidad de las medicinas que utilizamos proviene directamente de las plantas. Muchos químicos se extraen de ellas y se utilizan en la producción de una amplia variedad de fármacos.
- Sirven como materiales de construcción. La madera o el bambú son alguno de los ejemplos. También se pueden utilizar para generar energía a través de la combustión o para fabricar materiales como el papel.
- Protegen el suelo. La descomposición de la materia orgánica, en su mayoría plantas, le permite al suelo obtener los nutrientes necesarios para la agricultura.
Animales vinculados a la fotosíntesis
Todos sabemos que la fotosíntesis es un proceso asociado a las plantas que las diferencian de los animales. Sin embargo, existen animales muy vinculados siendo capaces de llevar a cabo este proceso.
Un ejemplo de esto es la Elysia Chlorotica, comúnmente conocida como babosa esmeralda. Es uno de los animales más extraños que existen en el mundo y que suele habitar en Norteamérica, concretamente en el litoral Atlántico. La babosa esmeralda tiene forma de hoja y un intenso color verdoso que contrasta con sus manchas en tonos blancos o rojos. Su gran parecido con las hojas de cualquier planta hace que el camuflaje sea su mejor arma siendo prácticamente imperceptible para los ojos de sus depredadores.
Pero, lo característico de este animal es su capacidad de fotosintetizar. La babosa esmeralda se alimenta de un alga xantofícea de la extrae sus cloroplastos y los incorpora en sus células digestivas. Esto le otorga que, a lo largo de su crecimiento, adquiera el poder de alimentarse de la luz solar como si de una planta se tratarse. Este proceso se llama cleptoplastia y pueden desarrollarlo entre 9 y 12 meses.
Otra de las especies animales vinculadas a la fotosíntesis son los corales. Lo hacen gracias a las algas que se alojan dentro de los corales. Mientras los corales protegen a las algas, éstas les ofrecen alimento ayudando a su vez a su calcificación.
La fotosíntesis y el futuro del planeta
La fotosíntesis se consagra como un mecanismo natural que mantiene el equilibrio de nuestro planeta y la biodiversidad que en ella habita. Para poder asegurar el futuro de la Tierra es necesario proteger sus pulmones. Si continúa la destrucción en zonas como la Amazonia, el cambio climático avanzará de manera drástica y pondrá en peligro nuestra superviviencia.
Mantener nuestras plantas en buen estado supone contribuir al desarrollo de la vida. Es nuestra flora la encargada de mantener el equilibrio de los gases atmosféricos, pero también son la base de alimentación de muchos organismos vivos. El ciclo de vida comienza en las plantas y todo lo que comemos, ya sea animal o vegetal, tiene cierta vinculación con estos seres vivos.
Las plantas llevan millones de años realizando este proceso que ha permitido que nuestra atmósfera se cargara de tales niveles de oxígeno que dieron lugar a la capa de ozono. Si ella, la radiación del Sol no hubiera permitido la creación de vida terrestre en nuestro planeta.
Además, las plantas protegen la calidad de nuestro suelo. Por ello, la deforestación es uno de los grandes problemas que está generando la crisis climática al provocar que se disminuya la capacidad de plantas y arboles de absorber dióxido de carbono. Si no somos capaces de revertir esta problemática situación, el cambio climático acabará alterando la vida de nuestros ecosistemas hasta el punto de convertir nuestro planeta en un lugar inhabitable.