La revista médica The Lancet ha publicado un estudio en el que muestra que, si se continúa produciendo la misma cantidad de emisiones de carbono, y propiciando el calentamiento global y el aumento de temperaturas, «la vida de cada niño nacido hoy se verá profundamente afectada por la crisis climática. Sin una intervención acelerada, esta nueva era llegará a definir la salud de las personas en cada etapa de sus vidas«, alerta el informe.
El cambio climático afectará a la salud desde muchos flancos. En un mundo más cálido habrá más enfermedades, hambruna, muerte prematura por desastres naturales como incendios y olas de calor y más problemas graves de salud mental. Todos los seres humanos se verán afectados, pero los más vulnerables serán los niños, ancianos, personas con problemas de salud y las personas en situación de pobreza.
«La crisis climática no se ve también como una crisis de salud humana. Tal vez los osos polares fueron nuestro primer indicador, a modo del canario en la mina de carbón. Pero cuando se habla de esta crisis, las imágenes de los osos deberían reemplazarse por fotos de niños«, dijo el Dr. Jonathan Patz, profesor y director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Wisconsin-Madison.
Pero, según el informe, si el mundo toma medidas audaces para frenar las emisiones de carbono, este futuro terrible podría evitarse.
«Como médico de medicina de emergencia, los casos más difíciles para mí son aquellos en los que no tengo tratamiento; pero en este caso tenemos un tratamiento disponible«, dijo la Dra. Renee Sallas, autora principal del informe, instructora clínico de medicina de emergencia en la Escuela de Medicina de Harvard y médico de medicina de emergencia en el Hospital General de Massachusetts.
El «tratamiento» se encuentra en los objetivos del Acuerdo Climático de París. Hay que limitar el calentamiento a 1,5ºC. Por ello las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben reducirse en al menos el 45% de los niveles de 2010 para 2030. Y, sobre todo, deben llegar a cero netos para el año 2050. Pero el informe sugiere que se ha producido un progreso global ‘inadecuado’ que nos ha llevado a esta crisis climática.
Así, un niño nacido hoy no debería usar electricidad generada por carbono cuando cumpla seis años, ni conducir un automóvil a gasolina o diésel antes de cumplir veintiún años si los países cumplieran con los objetivos climáticos. Pero en la actualidad, estamos lejos de conseguir que esto se cumpla a pesar de que es el objetivo.
Aunque el escenario que crea la crisis climática es grave, el informe encontró algunas razones para ser optimista. Por ejemplo, China, el mayor emisor de carbono del mundo, está reduciendo su dependencia del carbón para generar electricidad; en Europa, entre 2015 y 2016, mejoraron los niveles de contaminación del aire; a nivel mundial ha crecido el uso de automóviles eléctricos. Por otro lado, los sistemas de salud están enfrentándose a la crisis climática. El 50% de los países aseguran tener planes y evaluaciones de riesgos para seguir trabajando
A pesar de las medidas en la lucha contra el cambio climático, la salud sigue afectada por el cambio climático en buena medida según el informe: