Toshka: un proyecto para salvar Egipto

Crear una región fértil para dar oxígeno al valle del Nilo, donde cada vez vive más gente pero se generan menos recursos, se convirtió una prioridad para este país africano.

El valle del Nilo, cuna de la civilización, es hoy un lugar demasiado pequeño para dar cabida a los casi 90 millones de habitantes que tiene Egipto. Y es que, pese a que el país tiene más de un millón de km2, solo un 4% de esa superficie es apta para el cultivo. La población se ha cuadriplicado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y, debido a su alta tasa de natalidad, sigue creciendo a un ritmo imparable: suma dos millones de personas cada año. En este contexto, hace ya tiempo que el país dejó de producir el alimento necesario para sustentar a la población, por lo que hoy más de la mitad del cereal que se consume es importado.

Con el objetivo de buscar una solución a esta situación insostenible, en los años noventa se inició el llamado Proyecto de Desarrollo del Valle Sur o Proyecto Toshka, destinado a establecer, en pleno desierto del Sahara, un nuevo núcleo agrícola e industrial donde trasladar a buena parte de la población. En el proyecto se invirtieron miles de millones de euros y, aunque todavía se considera en desarrollo –se estableció 2020 como fecha de conclusión–, buena parte de la opinión pública lo considera fracasado. Se calcula que solo está siendo cultivada alrededor de un 10% de la superficie prevista en los planes iniciales y bastantes granjas experimentales han sido abandonadas. La inesperada salinidad del terreno y los altos niveles de hierro en el agua, en este contexto, tampoco han ayudado.

EL PLAN SIGUE VIGENTE

Sin embargo, no está todo perdido. Las autoridades egipcias anunciaron a finales de 2015 su intención de dar un nuevo impulso al proyecto, durante mucho tiempo en dique seco. Al plan inicial de construir un canal para traer agua del Nilo con la que irrigar ese nuevo «valle», prácticamente terminado, se sumó recientemente el de excavar miles de pozos para extraer agua de los numerosos acuíferos subterráneos existentes en la zona. A esta ampliación y mejora del proyecto se han sumado medidas para atraer inversión privada al mismo, imprescindible para lograr que la región se dote de las infraestructuras en comunicaciones, energía y servicios necesarias. Sin ir más lejos, la nueva ciudad de Toshka City parece tomar forma, lo que está llenando de renovadas esperanzas a todos los que sueñan con ese nuevo vergel para Egipto.

Agua del Nilo llevada a 300 km de distancia

El ambicioso proyecto, un sueño para algunos y una plan ruinoso e ineficaz para otros, conllevó la construcción de la mayor estación de bombeo del mundo, entre otras obras.

Estación de bombeo de Mubarak, en el lago artificial Nasser.

Estación de bombeo de Mubarak, en el lago artificial Nasser.

Como primera etapa de este ambicioso proyecto se construyó en el lago Nasser en 2005 la estación de bombeo más grande del mundo, bautizada con el nombre del impulsor del plan, el presidente egipcio Mubarak. Dicha estación está preparada para extraer hasta 360 m3 de agua por segundo. A partir de la misma, se inició la construcción de un canal para transportar el agua, con una longitud total de 310 km y un ancho de 50 m en la superficie por 30 m en la base. Dicho canal, llamado Sheikh Zayed en honor al primer presidente de los EAU, baja por las colinas hasta que se subdivide, a unos 60 km de su origen, en cuatro brazos. Cada uno de ellos toma una dirección distinta para repartir el agua en diferentes zonas de regadío.

Actualizado: 21/09/2022