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El compromiso de Ashoka con el emprendimiento social

Ana Saénz de Miera nos muestra cómo una persona con inquietudes por mejorar el mundo en el que vive acaba convirtiéndose en emprendedora social. Aprenderemos cómo funcionan los proyectos con una visión enfocada en objetivos sociales y medioambientales y que ponen a las personas en el centro de forma innovadora, sostenible y efectiva, como los de la Red Impulsores del Cambio (RIC).

Ashoka es una red de changemakers que trata de solucionar algunas de las desigualdades más grandes del mundo a través del emprendimiento social y la educación. Ana Sáenz de Miera, directora de Ashoka España, nos habla sobre esta organización cuya misión es construir un mundo mejor para todos.

El emprendimiento social surge del proceso de búsqueda de oportunidades para crear valor social. Los emprendedores sociales no buscan exclusivamente una retribución económica. Por el contrario, su éxito también se define por el cambio que estos negocios son capaces de crear en el mundo. A diferencia de las ONG, las iniciativas de emprendimiento social buscan el beneficio económico pero se centran también en promover un cambio social o ambiental de gran impacto.

El emprendimiento social es el proceso mediante el cual las personas, las nuevas empresas y los emprendedores desarrollan y financian soluciones que abordan directamente los problemas sociales. Un emprendedor social, por tanto, es una persona que explora oportunidades de negocio que tienen un impacto positivo en su comunidad, en la sociedad o en el mundo.

Ashoka apoya a los changemakers

Las empresas que se nutren de la red de colaboración de Ashoka buscan generar un cambio a gran escala. Este cambio ecosistémico es compatible con el beneficio económico porque su origen está en la búsqueda de una solución a un problema social. Como dice la directora de Ashoka España, una parte importante del proceso de innovación social es la retroalimentación. Escuchar y observar qué necesita el mundo alrededor es necesario para amplificar el impacto del emprendimiento social.

Ashoka es una red global de changemakers o promotores del cambio. Está compuesta por emprendedores sociales, innovadores y activistas que están unidos por un fin común: crear un mundo mejor. Este programa de Ashoka busca empoderar a las personas para crear una verdadera red de changemakers capaces de promover un cambio, innovación y emprendimiento sociales duradero.

Ashoka nació en el año 1980 para identificar y apoyar a los principales emprendedores sociales del mundo con el objetivo de generar un cambio social de gran alcance. En la actualidad, Ashoka cuenta con una red global de cientos de socios y más de 30.000 soluciones de emprendimiento social en 200 países. Como red que es, Ashoka se apoya también en la colaboración con otras entidades como Google o Fundación Aquae.

El proceso de emprendimiento social de Ashoka

El objetivo de Ashoka es transformar las actitudes y los comportamientos de los individuos y las instituciones de cara a los grandes desafíos sociales que existen en el planeta. Para ello, se basa en tres pilares fundamentales:

  • Identificar las mayores oportunidades de impacto en torno a las problemáticas sociales más críticas.
  • Encontrar a los principales agentes de cambio –tanto individuos como instituciones– en cada campo y fortalecer activamente una red de colaboración entre ellos.
  • Acelerar el impacto de la red a través de diferentes iniciativas y proyectos.

Los principios de Ashoka

Ashoka se basa en cuatro principios fundamentales que informan sus esfuerzos por promover el emprendimiento social.

  • Políticas públicas y normas de la industria. Un cambio social de gran impacto empieza por luchar por políticas justas y equitativas.
  • Congruencia social empresarial. Cada vez las empresas participan más en el proceso de cambio social y éstas se retroalimentan activamente de este proceso de intercambio con la sociedad. Por lo tanto, la diferencia entre las empresas sociales y el modelo tradicional se irá difuminando progresivamente. En el futuro no se podrá desvincular el impacto económico de una empresa de su impacto social.
  • Ciudadanía plena y ética empática. La inclusión completa de personas desfavorecidas en la sociedad tiene efectos sobre el ecosistema. Las voces y acciones de estos colectivos pueden fortalecer las interconexiones sociales y crear un sistema más equitativo para todos.
  • Cultura de cambio y emprendimiento social. Cualquier persona puede generar un campo positivo en su comunidad. De forma directa, al iniciar proyectos de emprendimiento social. Pero también de forma indirecta, al apoyar las ideas de los demás.

ACERCA DEL AUTOR

Ana Sáenz de Miera
Directora de AshokaSpain.

ACERCA DEL AUTOR

Ana Saénz de Miera

Ana Saénz de Miera es directora de Ashoka en España, codirectora para Europa, miembro del equipo directivo de Ashoka Global y vicepresidenta de la Fundación Cotec.