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Las ‘extrañas´ luces azules vistas sobre el círculo ártico

El mes pasado aparecieron en el cielo de Noruega durante media hora unas nubes de formas extrañas en tonos azulados.

Una visión cuyo color azul, que parecía agua en el cielo, no tenía el típico colorido verde de la aurora boreal. Pero no ha sido una manifestación extraterrestre, sino un nuevo experimento de la NASA. Se trata del Experimento de Cohetes de Surgimiento de Zona Auroral (AZURE en sus siglas en inglés), desarrollado por la NASA, cuyo objetivo es ayudar a los científicos a comprender mejor cómo las fuerzas de la naturaleza que crean luces en el norte del planeta pueden cambiar la atmósfera.

El espectáculo de luz tecnicolor de la aurora boreal es el resultado de colisiones poderosas en las cuales partículas altamente energéticas del Sol, a menudo denominadas colectivamente viento solar, chocan con los gases en la atmósfera de la Tierra. Estas colisiones producen ráfagas de luz cuyos colores son exclusivos de la identidad de cada gas: el oxígeno crea la típica aurora amarillo-verdosa, mientras que el nitrógeno produce una aurora azul o púrpura.

Según los científicos, toda la energía que se concentra arriba en la atmósfera resulta un poco preocupante. Por ejemplo, los satélites que habilitan los mensajes de textos y la navegación GPS se encuentran en el mismo espacio, por lo que los científicos quieren explorar sus consecuencias en el espacio aéreo y en la atmósfera sin interrumpir el funcionamiento de esos satélites.

AZURE y otras siete misiones de investigación, conocidas como ‘The Grand Challenge Iniative’, lanzarán durante los próximos dos años recipientes de gas a la atmósfera superior de la Tierra del mismo modo que el pasado mes, lo cual supuso la primera prueba. Estos gases inofensivos expulsados por la NASA hacia el cielo irradian tonos que los hacen visibles desde la superficie de la Tierra y gracias a la forma en que se dispersan estos gases -trimetilaluminio y una mezcla de bario y estroncio, puede dar más información a los científicos sobre cómo fluye la energía en el espacio cercano a la Tierra.

El proyecto es sondear la atmósfera más cercana al Polo Norte, dado que es en esa zona donde el campo magnético protector de la Tierra es más bajo debido a que el viento solar puede penetrar con profundidad, tanto como para facilitar esas hermosas colisiones que revuelven las composiciones químicas y energéticas de la atmósfera. Así, AZURE se enfocará a la ionosfera, la banda de la atmósfera con carga eléctrica que se encuentra sobre la superficie de la Tierra. Al triangular el movimiento de las nubes de gas coloreadas sobre el suelo, ayudará a los científicos a comprender mejor cómo se mueve esta energía.